No hay registro de poblaciones en los territorios por encima del río Danubio antes del siglo VII A.C.. Y estos fueron ocupados a partir del siglo V dos oleadas de pueblos provenientes de las estepas trascaucásicas y que la historiografía moderna llama “indoeuropeos” - nombre que no solo no aclara, sino que confunde -. Así comienzan a poblarse esos vastos territorios de climas inclementes en comparación con los mediterráneos. La primera oleada de ocupantes de esos territorios protoeuropeos comenzó en el siglo V A.C. - como dijimos - la segunda a partir del siglo II D.C. Dice una historia universal escrita en 1854, antes de que comenzaran a desdibujarse los nombres originales:
“Las naciones de Europa son el producto incontestable de la distribución y superposición de la última oleada de escitas...Estos se sobrepusieron a otra oleada anterior que llegó de un modo igual y del mismo país, pues que se componía de cimerios, Galos y Celtas" (nota 1)
Es decir la primera oleada fue de pueblos llamados cimerios, la segunda de los escitas. Y esta última conformo los pueblos de la Europa de hoy, especialmente de su nobleza, sobreponiéndose a la primera.
A los cimerios los romanos llamaron “galos” y los griegos “celtas”. De modo que galos/celtas y cimerios son una misma cosa. Y en cuanto a los escitas, recibieron el nombre de “godos” o “germanos”. De modo que también godos/germanos y escitas son lo mismo. Así las principales naciones europeas pueden remontarse a estos dos orígenes:
1) galos/celtas/cimerios
2) godos/germanos/escitas
Pues bien, tanto los cimeros como los escitas son nombres para la descendencia desterrada de los “hijos de Israel”/”casa de Israel” tal como claramente lo atestiguan descubrimientos arqueológicos modernos. Los “hijos de Israel”, las “diez tribus”, eran llamados “hijos de Omri” por los asirios. Este fue el nombre del rey que fundó y construyó la ciudad de Samaria – la capital del reino del norte - para que su pueblo no tuviera añoranzas de Jerusalem. Y por esto y otras tomó relevancia de modo que “Omri” vino a denominar a toda la población del reino de Israel. Y de “Omri” se derivó “khumri”, y de ahí “cimerios”. Estos son testimonios incontestables de la investigación arqueológica, establecidos mas allá de toda duda. De modo que la primera oleada de pueblos que ocuparon los territorios centrales de Europa – con una variedad de subnombres naturalmente – eran descendencia de Israel. Seguramente con ellos venían mezclados muchos otros, especialmente pueblos de origen jafeita. Es lo que anuncia Génesis 9:27:
“¡Engrandezca Dios a Jafet,
que habite en las tiendas de Sem”
Y en efecto la investigación histórica nos dice que los llamados galos/celtas eran multiétnicos y de variada conformación física.
¿Y los escitas? A estos los persas los conocían como “saka”, los babilonios como “gimirri” y los asirios como “khumri”. Es decir, la segunda oleada estaba conforma también por pueblos israelitas, ahora llamados escitas, rezagados con respecto a los primeros y mezclados también con otros pueblos. Antes los escitas se habían dirigido hacia la India y penetrado en Asia hasta la China, regiones en donde dejaron marcas. Quizás fueron esas incursiones orientales las que retrasaron su migración a los territorios protoeuropeos . Reparemos que “saka” tiene para muchos el significado de “los que viven en tiendas” (ver Oseas 12:9). Y “tienda” en hebreo se dice “sukah”. Y aun “saka” puede significar “casa de Jacob”, otro de los nombres para los israelitas desterrados.
(tomado del libro
Estruendo en las naciones)
Estruendo en las naciones)
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Nota 1) “Historia Universal” de Césare Cantú, Nemesio Fernandez - Cuesta - 1854 –