"no dañes el aceite y el vino"




Una de los nuevas motivos de angustia mundial es la del aumento de precios de los alimentos a consecuencia de su escasez. La razones que se aluden son la irrupción de los biocombustibles en la demanda internacional para sustituir el petróleo cuyo precio sufrió una brutal escalada, y el mejoramiento del nivel de vida de grandes masas de población asiática que aumentaron la demanda de alimentos. Y también la especulación a consecuencia de esta inestabilidad de la oferta.

Y la guerra y los desastres naturales producen el mismo efecto.

Más allá de estas explicaciones lo cierto es que esta es una señal de los tiempos finales. Dicen en Apocalipsis 6:5-6:


“Cuando abrió el tercer sello,
oí al tercer ser viviente que decía:
Ven. Y miré, y he aquí, un caballo negro;
y el que estaba montado en él
tenía una balanza en la mano.
Y oí como una voz en medio
de los cuatro seres vivientes que decía:
Un litro de trigo por un denario,
y tres litros de cebada por un denario,
y no dañes el aceite y el vino".


es la señal del “caballo negro”, su balanza y el precio - el salario de un día para un poco de trigo o de cebada - anuncia una gran escasez de alimentos al final de los tiempos. Pero es de notar la ultima parte de esta señal:

“no dañes al aceite y al vino”.

¿A que se refiere?.

El aceite es el símbolo de la unción del Espíritu Santo, el vino lo es de la preciosa sangre de Cristo derramada en la cruz. Dice Lucas 22:20:


“De la misma manera tomó la copa
después de haber cenado, diciendo:
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,
que es derramada por vosotros”.


Y el salmo 105:15:


“No toquéis...a mis ungidos,
Ni hagáis mal a mis profetas”.


De modo que los ungidos del Nuevo Pacto – los creyentes - no serán dañados por la señal del "caballo negro".


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