Contra lo que generalmente se cree, el plan profético principal revelado en la Biblia habla exclusivamente de cómo un remanente de la descendencia del norteño reino de Israel (Efraín), juzgado por YaHVéH por su infidelidad por haberse entregado al culto a los dioses fenicios Baal y Astarté, sería rescatado de entre las naciones adonde fue desterrado sin memoria de su pasado y luego retornado a las tierras de las cuales fue echado. Esa es la trama central de la profecía. También se habla de Judá – la Casa de David – mediante la cual vendría el Mesías. Pero la estructura profética principal discurre sobre el rescate de la “casa de Israel” de entre las naciones. Y aun las profecías mesiánicas se hacen dentro de un contexto de salvación y retorno del remanente de Israel disperso. Esto es relatado sucintamente – entre otros - en Jeremías 31:9:
“Irán con llanto,
mas con misericordia los haré volver ..
porque yo soy el padre de Israel,
y Efraín es mi primogénito”.
Jeremías 31:9
mas con misericordia los haré volver ..
porque yo soy el padre de Israel,
y Efraín es mi primogénito”.
Jeremías 31:9
Y con palabras de impresionante intensidad en Oseas:
“¿Cómo he de dejarte, oh Efraín?
¿Cómo he de entregarte, oh Israel? ...
Mi corazón se revuelve dentro de mí;
se inflama mi compasión”.
¿Cómo he de entregarte, oh Israel? ...
Mi corazón se revuelve dentro de mí;
se inflama mi compasión”.
Esta compasión angustiosa de YaHVéH por Efraín - “Mi corazón se revuelve dentro de mí; se inflama mi compasión” - tiñe todo el sistema profético. Y así, como decimos, aun la enorme mayoría de los pasajes mesiánicos se inscriben en esta compasión de YaHVéH por Israel(Efraín) y en la promesa de que lo hará retornar.
Pero la Sión venidera a la que volverá “Efraín” – mas precisamente un “remanente de Israel(Efraín)” - poco se parecerá, es claro, a las tierras bíblicas de hoy. Ella será restaurada, hermoseada y glorificada en la venida del Hijo de David. Y ampliada en sus fronteras para contener los hijos que le nacieron en el exilio – los “hijos de la desamparada” -. En realidad, debido a que el Tabernáculo de YaHVéH estará allí tendrá un carisma celestial ya que estará cubierta de la Gloria del Eterno como por un dosel (Isaías4:5). Nada hay en la Sion arrugada por mil guerras de hoy que nos pueda indicar lo que será la Sion verá. Ella será tan diferente de la actual como los cielos lo son de la tierra.
Hemos estudiado antes que aquellos que fueron alcanzados por el evangelio y lo creyeron – los redimidos de las naciones – son simiente de Abraham, tanto desde el punto de vista espiritual, como físico ya que la simiente de los “hijos de Israel” cubrió la tierra según el misterioso Propósito de Dios/Elohim de extender su gracia a todas las naciones. Esto es lo que se dice tempranamente en la Biblia en Deuteronomio 32:8:
“...estableció los límites de los pueblos
según el número de los hijos de Israel”.
según el número de los hijos de Israel”.
De modo que en las iglesias de Cristo - el aprisco en donde se guardaron en las “ovejas perdidas” recatadas en las naciones, esto es, los que recibieron la palabra del evangelio - es donde encontramos a los israelitas descendientes del reino desterrado de Israel que es también llamado “Efraín”, ”tiendas de Jacob”, ”José” y otros.
El destierro planetario – guiado por los Planes del Altísimo – estuvo potenciando por el hecho de que la descendencia de José – Efraín y Manasés - fue bendecida con grande prole según los oráculos del patriarca Jacob (Génesis 35:11) de modo que cuando fue “mezclada” con las naciones, se conservó su caudal genético y hoy esta presente en todas las etnias de la tierra. De modo que hay redimidos de Israel “de todo linaje, lengua, pueblo y nación” (Ap. 5:9). Aunque la prueba que vale para Dios/Elohim no es el ADN de los creyentes, sino su fe en Cristo/ Mesías de Israel:
"si vosotros sois de Cristo,
ciertamente descendientes de Abraham sois,
y herederos según la promesa".
(Gálatas 3:29)
ciertamente descendientes de Abraham sois,
y herederos según la promesa".
(Gálatas 3:29)
¿Y porque entonces los creyentes no recuerdan que provienen de una descendencia israelita desterrada? En realidad lo recuerdan en misterio al aceptar en su corazón el Hijo de Dios/Siervo de YaHVéH lo que lo une a la historia pasada y futura de Israel. Pero el análisis de las profecías de Oseas y Amos, nos cuentan un detalle trascendente. Dice Oseas 2:11:
“Haré cesar todo su gozo,
sus fiestas, sus nuevas lunas,
sus sábados"
sus fiestas, sus nuevas lunas,
sus sábados"
Es decir, según el castigo profético que aquí se proclama de parte de YaHVéH los desterrados de Israel no celebrarían mas las fiestas solemnes de ISRAEL en su exilio, las olvidarían. Estas fiestas solemnes son la “marca” de Israel como nación, y al olvidarlas, los desterrados olvidaron también su nación original. Y naturalmente en su trajinar por todas las naciones adquirí rieron otras fiestas “nacionales” y culturales, de los pueblos con los que fueron mezclados.
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Ahora bien, es llamativo que este traumático exilio de los israelitas del norte no forma parte de la enseñanza básica en las iglesias de Cristo de todos los tiempos. Y esto solo puede ser por designio de Dios/Elohim ya que allí se manifiesta su Santo Espíritu que recuerda lo que es Propósito de Dios. Y si Dios/Elohim decidió ocultarlo este se transformó en el secreto mas bien guardado de la profecía bíblica. Aquel que ni las naciones ni los propios desterrados deberían de saber hasta el tiempo oportuno. De ahí que las iglesias de Cristo hayan errado en su interpretación escatológica durante 2.000 años queriendo verse como “sustitutas” de Israel cuando son Israel.
Sabemos mucho sobre el exilio del pueblo Judío en manos de Nabucodonosor y del retorno a su tierra. Pero nada de lo que sucedió con el exilio del norteño reino de Israel que era el mas numeroso y rico y estaba liderado por el primogénito de Jacob. ¿Olvidaría Dios/Elohim parte tan sustancial de Su pueblo?¿los dejaría para siempre en el destierro sin retornarlos a Sión? Es obvio que NO, pero estas son preguntas que nunca se uncieron las iglesias de Cristo. Y el hecho de que esta enseñanza sobre el destierro del pueblo israelita del norte y la misericordia a el extendida por YaHVéH – el sacrificio de su Hijo - se abra paso con fuerza a la iglesias de Cristo revela que hubo un Propósito oculto en ese “olvido” y que los días del fin de la historia de las naciones se acercan con la misma velocidad con que se aclara este misterio.
Dios/Elohim – YaHVéH – sabe administrar su Enseñanza según los tiempos. Y estos son los tiempos en que el Cielo prepara el retorno a Sión del remanente de Israel(Efraín) al que se le ha añadido un remanente de Judá oculto bajo otro nombre desde la Inquisición y que se encuentra en gran número en las iglesias de Cristo de América. Y aun los judíos concientes de su nacionalidad que también comenzaron a abrazar a Jesús/Yeshua y reconocerlo como su Mesias/Meshiaj dentro del llamado movimiento mesiánico.
Dice Jeremías 23: “Por tanto, vienen días, dice YaHVéH,
en que no dirán más: ‘¡Vive YaHVéH,
que hizo subir a los hijos de Israel
de la tierra de Egipto!’,
sino: ‘¡Vive YaHVéH, que hizo subir
y trajo la descendencia de la casa de Israel
de tierra del norte y de todas las tierras
adonde yo los había echado!’
Y habitarán en su tierra”.
en que no dirán más: ‘¡Vive YaHVéH,
que hizo subir a los hijos de Israel
de la tierra de Egipto!’,
sino: ‘¡Vive YaHVéH, que hizo subir
y trajo la descendencia de la casa de Israel
de tierra del norte y de todas las tierras
adonde yo los había echado!’
Y habitarán en su tierra”.
En este pasaje la “tierra del norte” señala a la dirección por donde fueron desterrados los “hijos de Israel”/”casa de Israel” y en donde permanecieron por mucho tiempo, antes de migrar a los “cuatro vientos de la tierra” – y notoriamente hacia occidente -. Y se dice que llegará un día – y ese es el día que avizoramos – en que estos israelitas dispersos serán restaurados a Sión y recordarán el portentoso éxodo que los transportó hasta allí – “por el aire” - como su “recuerdo fundacional”, y no el portentoso éxodo de Egipto que marcó el Israel de antiguo pacto.
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El anhelo por la restauración del reino davítico compuesto de "doce tribus" – que en la profecía se llama el "Tabernáculo de David" - recorre todo el AT como un continuo lamento de YaHVéH anunciando que extendería su misericordia sobre Efraín en tiempo oportuno por medio del sacrificio expiatorio de su Hijo Amado, su “pura gracia” (Oseas 14:4) para retornarlo a su tierra, como citamos mas arriba.
"Si él [el Mesías] reúne al remanente
disperso de Israel,
él es definitivamente
el Mashíaj."
disperso de Israel,
él es definitivamente
el Mashíaj."
Estamos cerca del día en que el Mesías de Israel – Jesucristo/Yeshuahamashiaj - demuestre esta característica ineludible de su ministerio mesiánico.
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