los días amados de YaHVéH

En Jeremías 23: 5-6 leemos sobre esos días amados de YaHVéH:


“Vienen días, dice YaHVéH,
en que levantaré a David renuevo justo,
y reinará como Rey, el cual será dichoso
y actuará conforme al derecho
y la justicia en la tierra.
En sus días será salvo Judá,
e Israel habitará confiado;
y este será su nombre
con el cual lo llamarán:
"YaHVéH, justicia nuestra".


en ellos se reunirán las “dos familias” de YaHVéH: Judá e Israel(Efraín/Jacob) que anduvieron por caminos separados y a veces francamente opuestos. Y habrá un nuevo nombre para ese Rey dichoso y justo. Dice nuestro Señor "Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana", y Él es ese Rey venidero - el Hijo de David - que conoceremos con el nombre: "YaHVéH Justicia Nuestra". Dice así la Biblia RV95 con respecto al significado de ese nuevo nombre:

“YaHVéH, justicia nuestra”: otra posible traducción: “YaHVéH, victoria nuestra”. En este nombre simbólico se resumen todos los bienes prometidos para los tiempos mesiánicos. La palabra hebrea traducida por justicia incluye las ideas de rectitud y justicia, salvación y liberación”.

entonces “justicia” en hebreo es una palabra que no tiene una traducción completa y precisa en Español. Su significado expresa - nada menos - que un "resumen de todos los bienes prometidos para los tiempos mesiánicos" (¡waaw!). Y no es la única palabra hebrea que no encuentra traducción completa en las lenguas gentiles: "Shalom" - salud, prosperidad en los caminos de Dios, descanso, paz - es otra de ellas. Aquellos días serán entonces días de "Justicia" y Shalom" como se dice en el Salomo 85:10:


"La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron"


Sin duda este es el estado de la humanidad para el cual fue creado el hombre. En esa edad es que Él se regocijará con su pueblo. Y tan cierto es que ese día llegará para quienes Lo esperan, como el cumplimiento que hoy vemos de las “profecías apocalípticas” a que nos referimos en el inicio.


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Ahora bien: ¿en dónde están hoy las “tiendas de Jacob”? ¿En donde están los que esperan en el Mesías de Israel? ¿En donde están los “afligidos y cansados por la larga espera”? Pues en donde es invocado el Nombre sobre todo nombre, y que el apóstol Pablo llama “las iglesias de Cristo” en Romanos 16:16. Ellas son el aprisco planetario del remanente salvo de “Jacob”/“Efraín”, las “tiendas de Jacob” que el Siervo de Isaías 49:6 congregará de vuelta a Sión: las “ovejas perdidas de la casa de Israel” que nuestro Señor, el Gran Pastor, prometió rescatar y unir a las ovejas fieles de Judá en un solo redil. Y esto sucederá en el gran día de Jezreel (nota 1). Dice Oseas 1:10:


“Se congregarán los hijos
de Judá y de Israel,
nombrarán un solo jefe
y se levantarán de la tierra,
porque grande será
el día de Jezreel”


Es este llamado a los “cuatro vientos” de la tierra para congregar a su pueblo santo y retornarlo a Sión para reunir sus "dos familias" desavenidas (Jeremías 33:24) la profecía mas amada de YaHVéH. Es en ese momento que Él se regocijará de nuevo como el Esposo con su Esposa fiel provocando la paz y desterrando la ira en el mundo. Y junto a su pueblo/Esposa su bajará al Tabernáculo de Dios, el Nuevo Templo de Jerusalem. Dice Jeremías 30:18-19:


“Así ha dicho YaHVéH:
«He aquí yo hago volver a los cautivos
de las tiendas de Jacob,
y de sus tiendas tendré misericordia;
la ciudad será edificada sobre su colina,
y el palacio será asentado en su lugar.
Saldrá de ellos acción de gracias
y voz de nación que está en regocijo”.


Desde allí el Rey y Sumo Sacerdote del mundo venidero/athid lavo regirá a las naciones con justicia y forjara una paz duradera que hoy no solo no nos es posible alcanzar, sino tan siquiera concebir. Él nos dará mucho más de lo que queremos y soñamos.

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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"





el exilio de Juda y la promesa de restauración del Tabernáculo de David



El otro exilio, el del "Reino de Judá", tiene una historia mas conocida. Cuando se declaran los juicios sobre el Reino del Norte - bajo el reinado de Jeroboam II - la Palabra afirma que todavía los "judíos" caminaban con rectitud delante de YaHVéH (Oseas 1.7; 11:12). Pero unos años mas tarde cayeron también en apostasía y "Judá" se hizo merecedor de un juicio similar al de sus hermanos del norte. Así, en el año 587 A.C., el emperador babilonio Nabucodonosor captura Jerusalem y los judíos son llevados en cautividad a Babilonia. Sin embargo, a diferencia del exilio del "Reino del Israel", este exilio babilonio de Judá no sería sin memoria ni retorno. Por lo contrario los judíos conservarían sus costumbres y su identidad nacional y el anhelo de retorno a su patria y a Jerusalem. Y cuando ese retorno se hizo efectivo 70 años después los judíos - ya purificados de sus idolatrías - aparecieron ante los ojos del mundo como los únicos celosos guardianes de los oráculos de YaHVéH y de la identidad de ISRAEL, cuya rama mas populosa – la “casa de Israel” - permanecería oculta entre las naciones hasta estos días.


Pero si bien YaHVéH mantuvo un testigo histórico visible de su pueblo santo los traumas de la división (930 A.C.) y la mutilación (722 A,C,) del paradigmático reino davitico habían quedado sin resolución. Y la profecía comienza a hacer referencia a un Rey de la descendencia de David – el “Hijo de David” - que traería un Reino al final de la historia que cumpliría esa demanda pendiente de reunificación de “todo Israel”. Esto es lo que se llama proféticamente: “la restauración del Tabernáculo caído de David” (Amos 9:11, Hechos 15:16-18) que equivale al “Reino de los Cielos” de los evangelios.



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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"





Mesias de Israel, Señor de todos

En el año 722 A.C. el emperador asirio Sargon II completó el destierro del "Reino de Israel" profetizada por Oseas y Amos (Oseas 9:3). Los asirios instalaron primeramente a los cautivos "hijos de Israel" en "Halah, en Habor, junto al río Gozan, y en las ciudades de los medos" (2 Reyes 17:6; 18:11). Esto es la frontera norte/noreste del Imperio Asirio de entonces. Y vale recordar que los asirios llamaron a los cautivos con un nombre que despistó a los historiadores por mucho tiempo: "hijos de Omri”. Esto es muy diferente al nombre registrado en la profecía: "hijos de Israel"/ "casa de Israel"/"Efraín". Y así, la mayor parte de los pasajes del AT quedaron sin aparente respaldo histórico hasta que el descubrimiento del obelisco negro de Salmanasar III, en el año 1842, dio la pista del nombre con el cual la historia había registrado a la "descendencia de Israel" entre las naciones: “hijos de Omri”.

A partir de esta cautividad de los "hijos de Israel" en el norte/noreste de Asiria, y su posterior migración a los "cuatro vientos" de la tierra, la simiente de Abraham fue "zarandeada" y "mezclada" entre las naciones de modo que todas ellas acabarían entrando en el Plan de Redención de la "casa de Israel" cuando a ella le fue extendida la misericordia de YaHVéH y le fue enviado las buenas noticias/evangelio del Reino por medio de los apóstoles. De este modo el Mesías de Israel se convirtió en el Señor de todos (Hechos 10:36) los que, con independencia de su origen o raza lo recibieron en su corazón.

"deliciosas" luces asesinas



“He aquí que todos vosotros
encendéis fuego,
y estáis cercados de centellas:
andad á la luz de vuestro fuego,
y á las centellas que encendisteis.
de mi mano os vendrá esto;
en dolor seréis sepultados”.
Isaías 50:11


En este pasaje se hace un contraste entre las luces encendidas por los hombres, que los apabullan y rodean por todos lados, y el Siervo Sufriente que caminó en tinieblas sin ninguna luz durante su ministerio terrestre, y “aun así confió en YaHVéH” – como lo dice en el versículo anterior -.

Y dice que estas centellas artificiales encendidas por el hombre redundarán en su desolación:


“de mi mano os vendrá esto;
en dolor seréis sepultados”.


Es un potente antimensaje para estos días de luces pasajeras, tanto en el ambiente iluminado por miles de luces artificiales, como en los regalos electrónicos: “teléfonos móviles” y aparatos centellantes de todo tipo que encandilan con su vanidad.

Es sabido que la violencia en que vivimos - y que ya ha perdido sus límites – tiene su origen en la TV, los juegos electrónicos y de computadora, el cine y la sinergia infinita entre todos ellos potenciada ahora con los “teléfonos inteligentes” que integran todas esas funciones. Ellos son vehículos perfectos de pedofilia, de pornografía, de seducción malsana de todo tipo y sus destellos hacen sentir a jóvenes y no tan jóvenes que las barreras morales no existen en el “mundo nuevo” que promete la tecnología.

Pues bien, la Palabra nos advierte: “en dolor seréis sepultados”. En violencia domestica asesina, en violencia vana y desbordante de crueldad en las calles, en violencia mortal en el tránsito, en violencia en los espíritus, en violencia imparable en las escuelas y liceos, en conciencias cauterizadas que no distinguen el bien del mal. La “paz” tan invocada en estos días es imposible entre las centellas tecnológicas que hemos creado. En ellas no hay futuro y nos traspasarán de dolor y desolación. Son una comprobación más de que el fin de este mundo se acerca.

Asi las cosas, los creyentes vivimos en medio de densas tinieblas que tenemos que atravesar como el Siervo Sufriente lo hizo: confiando en que al final del túnel esta el bendito Reino de “YaHVéH Justicia Nuestra”, nuestra “viva esperanza. ¡Aleluya!, solo en Él tendremos descanso.

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La herencia planetaria de la simiente de Abraham

5) La herencia planetaria
de la simiente de Abraham.


Veamos por fin: ¿en que sentido la descendencia de Abraham recibirá "el mundo por herencia"?.

La Palabra contiene afirmaciones difíciles de entender dentro de los parámetros de hoy. Por ejemplo en Isaías 60:5 se afirma que el retorno de los redimidos a Sión – lo que hemos llamado el Éxodo Mayor de Israel - estará acompañado de la riqueza de las naciones:

“Tú, al verlos, estarás radiante de alegría,
tu corazón se llenará de gozo;
te traerán los tesoros
de los países del mar,
te entregarán las riquezas de las naciones.
Isaías 60:5

Y mas adelante lo confirma:

“para traer tus hijos de lejos,
su plata y su oro con ellos”
Isaías 60:9

Pero esto no debiera asombrarnos mas que el hecho que en el primer éxodo – el de Egipto – también los israelitas salieron llevando la riqueza de Egipto:

“Los sacó con plata y oro
y no hubo en sus tribus enfermo”.
Salmo 105:37

Dice también Éxodo 12:36:

“YaHVéH hizo que el pueblo se ganara
el favor de los egipcios,
y estos les dieron cuanto pedían.
Así despojaron a los egipcios”.

De modo que el Éxodo Mayor, de algún modo, estará acompañado de la riqueza de las naciones – no sabemos los detalles de como esto será, naturalmente - .

Pero además, habrá de algún modo una contribución por “vasallaje”. ¿No es nuestro Señor Rey de reyes y Señor de señores? ¿No se presta vasallaje al Rey? Eso es lo que parece indicar, ya en el Estado Eterno, Apocalipsis 21:24:

“Las naciones que hayan sido salvas
andarán a la luz de ella
y los reyes de la tierra traerán
su gloria y su honor a ella"

En donde algunas traducciones sustituyen “gloria y honor” por “riquezas”. Esta es la herencia universal que recibirá el remanente salvo de la descendencia de Abraham. Lo que también puede entenderse como un tributo al Templo universal:

“Vosotros seréis llamados
sacerdotes de YaHVéH...
Comeréis la riqueza de las naciones
Y con su gloria seréis enaltecidos”
Isaías 61:6

Estamos hablando de una nueva edad, con valores tan diferentes entre si como lo fue el Imperio Romano postrero de la llamada “Edad Media” que lo sustituyó. Ninguna escala de valores coincidía entre uno y otro. Con las piedras de los caminos romanos, que era el orgullo de ese imperio y la columna vertebral de su poder, se construyeron templos y monasterios dedicados a un Dios que los romanos no conocieron y que era el centro de esa nueva edad que lo sucedió. A este cambio radical llama la Escritura “nuevos cielos y nueva tierra” sin los cuales el reino mesiánico/athid lavo no podría existir. Con este nuevo espíritu debemos entender por ejemplo:

“Mamarás la leche de las naciones,
el pecho de los reyes mamarás;
y sabrás que yo, YaHVéH, soy tu Salvador,
tu Redentor, el Fuerte de Jacob”.
Porque te extenderás.
Isaías 60:16

Y también esto:

“Porque se acordó de su santa palabra
dada a Abraham su siervo,
y sacó a su pueblo con alegría,
y a sus escogidos con gritos de júbilo.
También les dio las tierras de las naciones,
y poseyeron el fruto del trabajo de los pueblos,
a fin de que guardaran sus estatutos,
observaran sus leyes. ¡Aleluya!”
(Salmo 105:42-45)

Es que si levantamos nuestra vista podemos ver lo que da Dimensión y Sentido a estas cosas, la piedra “más alta” que todos nosotros, la piedra angular del edificio del Reino mundial venidero:

"Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.
Pídeme que te dé las naciones como herencia
y hasta el último rincón del mundo en propiedad,
y yo te los daré".

Confirmado en el Salmo 82:8:

“¡Levántate, Dios, juzga la tierra,
porque tú heredarás todas las naciones!”

Todas las naciones de la tierra serán bendecidas en la Simiente de Abraham (Gálatas 3:16) - el Hijo/ Mesías de ISRAEL - ¡que las recibirá como herencia de parte del Padre!. Y Refiriéndose al gozo de las naciones con su REY universal se dice:

“Acontecerá en aquel tiempo
que la raíz de Isaí,
la cual estará puesta
por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes
y su habitación será gloriosa”.
Isaías 11:10

Y en Isaías 62:2:

“Entonces verán las naciones tu justicia
y todos los reyes tu gloria...”


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Tomado del libro:
"Estruendo en las Naciones"



el arbol recio de la historia




EL PRIMERO
Y EL ÚLTIMO



Dice Isaías 41:4 hablando a pueblos lejanos:


"¿Quién ha realizado esta obra?
¿Quién, desde el principio,
ha ordenado el curso de la historia?
Yo, el Señor, el único Dios,
el primero y el último".


Aquí Dios/Elohim nos dice que Él es Quien “ha ordenado el curso de la historia” y es “el primero y el último”. Él afirma entonces con rotundidad que tiene el control de la historia y que la va a llevar infaliblemente a su culminación. Podemos concebir “dioses” ajenos a la historia, que se manifiesten en un plano únicamente espiritual, pero este NO es el caso del Dios de la Biblia. Mas adelante, en Isaías 46:9-10 leemos:


"...porque yo soy Dios...
que anuncio lo por venir desde el principio,
y desde la antigüedad lo que aún no era hecho;
que digo: ‘Mi plan permanecerá
y haré todo lo que quiero’”



y en seguida agrega:


“lo he pensado, y también lo llevaré a cabo".


El evangelio entonces, para provenir del mismo Dios que hace afirmaciones tan rotundas, debe de ser coherente con la totalidad de la palabra profética, esto es, debe de tener raíces firmes y evidentes en todo el texto bíblico, sin reticencias ni “reinterpretaciones”. Ha de poderse visualizar pasado, presente y futuro del relato bíblico como una continuidad indisoluble a semejanza de un árbol recio que muestra su tronco como consecuencia evidente de sus raíces cuya existencia notoria se anuncia en su base. En un árbol así, que nos conmueve por su fortaleza, lo que se ve nos hace presumir la solidez de lo que no se ve, tal como lo pone en evidencia los dibujos de árboles con sus raíces que mostramos al principio. Los celtas dedicaban una atención muy especial a los árboles, de algún modo eran el centro de su cultura. Y en su representación visualizaban siempre sus raíces, ya veremos quizás mas adelante porqué. El caso es que si en el Dios que nos revela el evangelio no advertimos la misma divina obstinación en el cuidado por el cumplimiento de Su Propósito que percibimos en el Dios del AT, o pensamos que son en algo diferentes en Sus objetivos – cuando se trata Del Mismo Dios - entonces no podremos llegar a percibir el coronamiento final de la historia como una consecuencia evidente y necesaria de un Propósito que atraviesa milenios y que ha dejado mojones inamovibles a través de los tiempos marcando el camino.

Y en estos días urgentes en que todos los parámetros y paradigmas que modelan la sociedad parecen ser sustituidos o puestos en entredicho a una velocidad de vértigo, y cuando el hombre de la calle se pregunta no sobre lo que sucederá de aquí a diez años, sino de aquí a tres meses, sería bueno decirle que existe NO un sorprendente nenúfar predicado muchas veces confusamente, sino un árbol recio representativo de la verticalidad del Propósito de Dios en la historia, que hunde sus raíces en ella y a cuya sombra podemos acogernos.


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Y efectivamente - ¡gloria a Dios! – ese árbol existe y su raíz mas profunda se hunde hasta el año 2.000 años A.C. Dice Génesis 17:1-7:


“No te llamarás más Abram,
sino que tu nombre será Abraham,

porque te he puesto por padre
de muchedumbre de gentes.
Te multiplicaré en gran manera,

y de ti saldrán naciones y reyes"


Estas palabras se las dirige Dios/Elohim – YaHVéH – a “Abram”– mas tarde Abraham – nacido en Ur de los caldeos y llamado a trasladarse por fe a una tierra que no conocía, en ese momento con 99 años. Y en ellas se inicia el Propósito de Dios/Elohim en la historia de las naciones. Antes había habido un período de gobierno del hombre por el hombre que terminó en un enorme caos social que llevó a Dios/Elohim a decretar un Diluvio catastrófico para permitir un nuevo inicio. ¿Cómo intervenir ahora en los acontecimientos históricos para dirigir a la historia a un final bendito y a la vez respetar el libre albedrío de Sus criaturas? Este Plan- nuestro árbol/Propósito - comienza a develarse a partir de esta declaración solemne de YaHVéH a Abram – “padre enaltecido” – que ahora sería rebautizado “Abraham” – “padre de una muchedumbre de gente” -. A partir de allí el Propósito de Dios/Elohim se abriría paso a través de la historia tejiendo la trama de los eventos mundiales en forma misteriosa, produciendo hechos a veces portentosos y otras pequeños y ocultos, pero igualmente indispensables para mantener el rumbo elegido.

Entre las palabras dirigidas a Su electo Abram las finales nos hacen antever la grandeza y enjundia del Propósito que Dios/Elohim inauguraba: “te multiplicaré en gran manera y de ti saldrán naciones y reyes” ¿No son estas dos categorías transversales básicas de la historia: gobernantes y gobernados? Pues dice la Promesa que habrá pueblos y habrá gobernantes surgidos de la descendencia de Abraham. Y véase que no se habla aquí de “una nación y un rey o linaje real”, sino de “muchas” naciones y “muchos” reyes. Y para confirmar este Propósito luego YaHVéH dice de Sarai/Sara, la esposa de Abram/Abraham:


“vendrá a ser madre de naciones;
reyes de pueblos nacerán de ella"

(versos 15 y 16).


Y para remate Dios/Elohim hace algo que nos debería llenar de santo temor: ¡jura por Si mismo! y dice a Abraham:


“multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo
y como la arena que está
a la orilla del mar”


esto muestra una obstinada determinación de hacer surgir de la prole de Abraham una descendencia que no se pudría contar, ¡¡infinita!! Y agrega:


“tu descendencia se adueñará
de las puertas de sus enemigos"



Y aquí aparece otro perfil transversal de la historia: victorias y derrotas. Naciones dirigidas y naciones dirigentes. Y para las naciones surgidas de la descendencia de Abraham se profetiza el triunfo final sobre sus enemigos.


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Tomado del libro:

"ESTRUENDO EN LAS NACIONES"





EL
MISTERIO

DE LAS
DOCE ESTRELLAS

Hay un misterio histórico inexplicado – otro más – que queda de pronto resuelto: la conversión de los pueblos fundacionales de Europa al evangelio. ¿Cómo es que estos pueblos abandonaron tan fácilmente a sus dioses y se volvieron a un
Dios que se manifestó en un pequeño territorio que muchos no sabían con certeza en donde se encontraba, o solo lo sabían de oídas? ¿No es extraño esto? Esta multitudinaria conversión de pueblos trashumantes y guerreros ¿se habrá debido solamente al poder de convicción de los apóstoles y misioneros cristianos? ¿No es esto difícil de creer esto? ¿Y cómo fue que permanecieron en el evangelio con ardor creciente en sus corazones a lo largo del tiempo hasta convertirse en la cuna del cristianismo? Es comprensible que los árabes se convirtieran a la fe de Mahoma, porque éste era árabe. O los hindúes al budismo, porque Buda era Hindú. ¿Pero porque los pueblos fundacionales de Europa aceptarían declarar “Rey de reyes y Señor de señores” al Mesías de una nación lejana y desconocida? La historia corriente no de respuesta a esta pregunta. Dijo el Maestro a sus doce enviados/ apóstoles:


"A estos doce envió Jesús,
y les dio instrucciones diciendo:
'Por camino de gentiles no vayáis,
y en ciudad de samaritanos no entréis,
sino id antes a las ovejas perdidas
de la casa de Israel'
Y yendo, predicad, diciendo:
"El reino de los cielos se ha acercado".
Mateo 10:5-7


Y en el libro de los Hechos:


"Dios envió mensaje a los hijos de Israel,
anunciando el evangelio de la paz
por medio de Jesucristo;
éste es Señor de todos".
Hechos 10:36


Por eso el evangelio prendió rápidamente en el corazón de la inmensa muchedumbre de los pueblos fundacionales de Europa: porque ellos eran los “hijos de Israel”/”casa de Israel” a quienes les fue enviado el evangelio. El único apóstol enviado a los “gentiles” fue Pablo, elegido como “instrumento escogido” para cumplir una misión específica diferente a la de los doce. La misión de Pablo era un complemento de la de “los doce” para hacer efectiva la encomienda al “Siervo e YaHVéH”/Jesús explicitada en Isaías 49:6: ser “luz” a las naciones. Y el caso es que aún el apóstol Pablo sabía cual era el cauce central de la misión apostólica, según lo confesó públicamente en el juicio ante el rey Agripa:


"Y ahora, por la esperanza de la promesa
que hizo Dios a nuestros padres
soy llamado a juicio;
promesa cuyo cumplimiento
esperan que han de alcanzar
nuestras doce tribu”
(Hechos 26:6)


¿No cambia esta declaración de Pablo la perspectiva corriente del evangelio? ¿No lo incluye en un contexto que no sospechábamos?

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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"





¿Quienes eran y donde están los judíos safardí?


Tomamos del portal de Yahoo estas dos preguntas de mucho interés para descubrir la descendencia de Abraham entre las naciones. Esta vez, de la parte de la Casa de Judá que fue obligada a habitar en misterio entre ellas.


1) ¿Quienes eran los judíos sefardí?

2) ¿En qué países habitan hoy los judíos sefaradies
expulsados de España por los Reyes Católicos?


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¿Quiénes eran los judíos sefardí?


Los sefardíes son los descendientes de los judíos que vivieron en la Península Ibérica (España y Portugal) hasta 1492, y que están ligados a la cultura hispánica mediante la lengua y la tradición. Se calcula que en la actualidad, la comunidad sefardí alcanza el millón y medio de integrantes, la mayor parte de ellos residentes de Israel, los Estados Unidos de América y Turquía.

Desde la fundación del Estado de Israel, el término Sefardí se ha usado frecuentemente para designar a todos aquellos judíos de origen distinto al Ashkenazi (judíos de origen alemán, ruso o centroeuropeo). En esta clasificación se incluye a los judíos de origen árabe, de Persia, Armenia, Georgia, Yemen e incluso India, que no guardan ningún vínculo con la cultura hispánica que distingue a los sefardíes. La razón por la cual se utiliza el término indistintamente es por las grandes similitudes en el rito religioso y la pronunciación del hebreo que los Sefardíes guardan con las poblaciones judías de los países antes mencionados, características que no se comparten con los judíos Ashkenazíes. Por eso hoy en día se hace una tercera clasificación de la población judía, la de los Mizrahim (del hebreo מזרחים 'Oriente'), para garantizar que el término "Sefardí" haga alusión exclusivamente a ese vínculo antiguo con la Península Ibérica.

Los judíos desarrollaron prósperas comunidades en la mayor parte de las ciudades españolas (excepto en el País Vasco). Destacan las comunidades de las ciudades de Toledo, Sevilla, Córdoba, Ávila, Granada, Segovia, Soria y Calahorra. En el reino de Aragón las comunidades (o Calls) de Zaragoza, Gerona, Barcelona, Tarragona, Valencia y Palma de Mallorca se encuentran entre las más prominentes. Algunas poblaciones, como Lucena, Ribadavia, Ocaña y Guadalajara se encontraban habitadas principalmente, por judíos. En Portugal, de donde muchas ilustres familias Sefardíes son originarias, se desarrollaron comunidades activas en las ciudades de Lisboa, Évora, Beja y en la región de Trás-os-Montes.

La Reconquista paulatina de la Península Ibérica por parte de los Reinos Cristianos propició, de nueva cuenta, un ambiente de tensión con relación a los judíos, que se siguieron desarrollando en la mayoría de las actividades financieras. La situación, para algunas familias inclusive, resultó muy provechosa, ya que alcanzaron prestigio y favor a los ojos de los reyes cristianos, conservando sus antiguos privilegios. Es interesante recalcar el hecho de que la Corona de Aragón, protegió a muchas familias hebreas durante los años de la Reconquista, mientras que muchas de las familias nobles catalanas y aragonesas emparentaron con frecuencia con los judíos, con el fin de incrementar fortunas o condonar deudas con sus acreedores hebreos.

La riqueza de la que eran dueños los judíos y su reciente entrada a las cortes cristianas, aunado a su manera ostentosa de ser, los hizo odiosos a los ojos del pueblo y de la jerarquía católica, que los consideraba crucificadores de Jesucristo e incluso, practicantes de ritos satánicos. En algunas ciudades, los judíos eran acusados de envenenar los pozos, secuestrar niños para beber su sangre o de querer, en contubernio con la nobleza, convertir a la población al judaísmo. Esto, en algunos casos, ocasionó violentas persecuciones, intrusiones y matanzas en las juderías, e incluso, expulsión de las ciudades.

El proceso de la Reconquista implicaba, para poder asegurar una verdadera unidad política y social, la uniformidad religiosa. La unidad política, mediante el matrimonio de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla, llevó a la solicitud del establecimiento en España del Tribunal del Santo Oficio, mejor conocido como la Inquisición. En el año de 1478, el Papa Sixto V aprueba su establecimiento en la Península Ibérica y en sus posesiones del Mediterráneo. Como primer Inquisidor General, se nombra al dominico Tomás de Torquemada, confesor personal de la reina de Castilla y hombre fundamental en la expulsión de los judíos de España.

Torquemada, ferviente enemigo de la presencia judía en la península, propuso varias veces a los Reyes Católicos considerar la expulsión de los hebreos de España, moción que encontró oposición en el rey Fernando, quien tenía intereses y negocios con muchas familias judías aragonesas, tales como las familias Cavallería y Santangel quienes en parte, financiaron la expedición que llevaría a Cristóbal Colón a descubrir América. Incluso, numerosos historiadores como Benzion Netanyahu y Henry Charles Lea, aseguran que la madre de Fernando de Aragón, Juana Enríquez, descendía de judíos convertidos al catolicismo en el siglo XIV. Fuentes históricas citan la labor de convencimiento que Torquemada hizo al rey católico. El Inquisidor entró durante una audiencia que sostenía Fernando de Aragón con los Sefardíes, con un crucifijo en la mano y arrodillándose ante el rey pronunció: Judas Iscariote traicionó a Cristo por treinta denarios, y vosotros queréis ahora venderlo por treinta mil. Aquí está él, tomadlo y vendedlo.. (Sevilla Sefardí, 2006)

A la toma de la ciudad de Granada de manos del caudillo moro Boabdil, en el año de 1492, se firma el Edicto de la Alhambra en el que se pide, o la conversión de los judíos españoles al cristianismo, o su salida definitiva del territorio en un plazo de tres meses. Famosa es la intervención de un judío ilustrísimo y de familia noble, tesorero personal de los Reyes Católicos, Don Isaac Abravanel, quien les solicitó la reconsideración de tal disposición. Los Reyes Católicos ofrecieron a Abravanel y a su familia garantías y protección, sin embargo, salió junto con sus compatriotas al exilio. Abravanel se cuenta hoy entre los nombres de quienes gestionaron el apoyo financiero a la expedición de Colón.

La salida de los judíos comenzó en poco tiempo. En todas las ciudades de España, las aljamas quedaron desocupadas. Un cronista de la época, Andrés Bernáldez, describía así la salida de los judíos de la ciudad de Zaragoza: Iban con muchos trabajos y fortunas, unos cayendo, otros levantando, otros moriendo, otros naciendo, otros enfermando, que no había cristiano que no oviese dolor de ellos.... La expedición de Cristóbal Colón tuvo irremediablemente que salir del puerto de Palos de Moguer, ya que los muelles y líneas de los puertos de Cádiz y Sevilla se encontraban repletas de navíos que llevaban a los judíos al exilio. Serían necesarios 500 años para poder volver a hablar de una experiencia judía en España.

La Bienvenida, obra de Mevlut AkyıldızLos Sefardíes se repartieron entonces por varios países. Algunos se establecieron en el sur de Francia, en las ciudades de Bayona y San Juan de Luz. Otros fueron a Portugal primero, de donde también serían expulsados, dirigiéndose una proporción de hebreos a países como Holanda y las ciudades hanseáticas del norte de Alemania, como Bremen o Hamburgo. Algunos más se esparcieron en los reinos moros de Marruecos o incluso Siria, mientras que una pequeña fracción de ellos se establecieron en países como Dinamarca, Suiza o Italia. Muchos sefardíes permanecieron en España bajo una supuesta apariencia cristiana (marranos) y posteriormente, se trasladaron a algunas islas del Caribe como Jamaica, o incluso a Brasil, Perú y México, donde muchos de ellos participaron de las campañas conquistadoras y expansionistas de España y Portugal.

Sin embargo, la gran mayoría de los Sefardíes serían recibidos en el Imperio Otomano, que a la sazón estaba en su máximo apogeo. El sultan Bayaceto II permitió el establecimiento de los judíos en todos los dominios de su imperio, enviando navíos de la flota otomana a los puertos españoles y recibiendo a algunos de ellos personalmente en los muelles de Estambul como consta una pintura del ilustrador Mevlut Akyıldız. Es famosa su frase: Aquellos que les mandan pierden, yo gano. (Pulido, 1993).


Los sefardíes en el Imperio Otomano


Los Sefardíes establecieron cuatro comunidades en el Imperio Otomano, por mucho, más grandes que cualquiera de las de España, siendo las dos mayores, la de Salónica y la de Estambul, mientras que la de Esmirna, en Turquía y la de Safed, en Palestina, fueron de menor tamaño. Sin embargo, los sefardíes se establecieron en casi todas las ciudades importantes del imperio, fundando comunidades en Sarajevo (Bosnia), Belgrado (Serbia), Monastir (Macedonia), Sofía y Russe (Bulgaria), Bucarest (Rumanía), Alejandría (Egipto) y Edirne, Çanakkale, Tekirdağ y Bursa en la actual Turquía.

Los judíos españoles, rara vez se mezclaron con la población autóctona de los sitios donde se establecieron, ya que la mayor parte de éstos, eran gente educada y de mejor nivel social que los lugareños, situación que les permitió conservar intactas todas sus tradiciones y mucho más importante aún, el idioma. Los Sefardíes continuaron, durante casi cinco siglos, hablando el castellano antiguo, mejor conocido hoy como judeo-español que trajeron consigo de España, a diferencia de los Sefardíes que se establecieron en países como Holanda o Inglaterra. Su habilidad en los negocios, las finanzas y el comercio les permitió prodigarse, en la mayoría de los casos, niveles de vida altos e incluso, mantener su estatus de privilegio en las cortes otomanas.

La comunidad hebrea de Estambul mantuvo siempre relaciones comerciales con el Diván (órgano gubernamental otomano) y con el sultán mismo, quien incluso admitió a varias mujeres sefardíes en su harém. Algunas de las familias Sefardíes más prominentes de la ciudad, financiaban las campañas del ejército otomano y muchos de ellos ganaron posiciones privilegiadas como oficiales de alto rango. Los Sefardíes vivieron en paz por un lapso de 400 años, hasta que Europa comenzó a afrentar sus dos Guerras Mundiales, el colapso de los antiguos imperios y el surgimiento de nuevas naciones.

La amistad y excelentes relaciones que los Sefardíes tuvieron con los turcos persiste aún a la fecha. Un prudente refrán Sefardí, que hace alusión a no confiar en nada, prueba las buenas condiciones de esta relación: Turko no aharva a cidyó, ¿i si le aharvó? (Un turco no golpea a un judío, ¿y si en verdad lo golpeó?). (Saporta y Beja, 1978)


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¿En qué países habitan hoy los judíos sefaradies
expulsados de España por los Reyes Católicos?




Esta pregunta me cae como anillo al dedo porque yo soy judío sefardita, y la respuesta es la siguiente:

Después de que los judíos fueron expulsados de España por los Reyes Católicos en 1492 se dispersaron por toda la cuenca del Mediterráneo, principalmente en lo que entonces era el Imperio Otomano y que abarcaba lo que hoy es Turquía, el norte de África y los Balcanes. También se alojaron en Italia, Portugal, Holanda (donde nació el célebre filósofo Baruch Spinoza) e Hispano América donde emigraron en calidad de criptojudíos ( es decir como judíos conversos al cristianismo que practicaban en secreto su antigua religión). Ya en el siglo XVII algunos de ellos emigraron a Inglaterra y a sus colonias de América del Norte donde siguen viviendo sus descendientes.A pricipios del siglo XX, muchos judíos sefarditas emigraron a los Estados Unidos y a América Latina (México,Cuba, Venezuela, Argentina y Brasil principalmente), y a partir de 1948 muchos han emigrado al Estado de Israel desde Turquía, Marruecos, Túnez y el Yemen, principalmente. Muchos de los judíos sefarditas que vivían en los países balcánicos a principios del siglo XX (Grecia,Yugoslavia y Bulgaria) fueron asesinados por los nazis durante el Holocausto.
Para resumir podemos decir que actualmente los judíos sefarditas viven principalmente en:

Los Estados Unidos y Canadá

Israel

La Unión Europea

América Latina

Turquía.






LA
RESTAURACIÓN

DEL

TABERNÁCULO
DE DAVID



Y EL EVANGELIO
DEL REINO




"En aquel día yo levantaré
el Tabernáculo caído de David,
y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas,
y lo edificaré como en el tiempo pasado".
Amos 9:11

"Después de esto volveré
y reedificaré el Tabernáculo de David
que ha caído y reedificaré sus ruinas
y lo levantaré de nuevo.
Para que el resto de los hombres
busque al Señor y todos los gentiles,
sobre los cuales es invocado mi nombre
Dice el Señor, que hace conocer
todo esto desde tiempos antiguos".
Hechos 15: 16-18


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En el cierre del primer concilio de la iglesia – reunido en Jerusalem para decidir que actitud tomar frente a la conversión de los "gentiles" al evangelio de Jesucristo -Jacobo cita a Amos 9:11 como refiriéndose a lo que estaba sucediendo con la evangelización a los "gentiles". Es decir, afirma proféticamente que la restauración del "Tabernáculo caído de David" es el misterio que gravita en la apertura a los "gentiles" de la fe en el Resucitado. Por lo tanto los cristianos debiéramos interesarnos prioritariamente por entender que significa esta profecía de Amos 9:11 ya que fue nuestra partida de nacimiento.

El pasaje menciona a "todos los gentiles sobre los cuales se invoque mi nombre", otra expresión en que debiéramos detenernos para discernir su significado. Aquí se está aludiendo a lo que en otro lado es llamado "plenitud de los gentiles" (Romanos 11:25), esto es: los israelitas descendientes del norteño reino de Israel "gentilizados", esto es, mezclados entre las naciones e indiferenciados de ellas (Amos 9:9, Oseas 7:8). En Hechos 10:36 y en Mateo 10:5-7 se dice que el evangelio fue enviado a los "hijos de Israel" o "casa de Israel". ¿Y donde estaban los "hijos de Israel"/"casa de Israel" en esos días y hoy?: mezclados entre todas las naciones de la tierra. Ellos son las "ovejas perdidas de la casa de Israel" a las que se refiere nuestro Señor en varios pasajes como el objetivo principal de la misión apostólica.

La palabra "Tabernáculo" en este pasaje no se refiere a una tienda. Los pasajes hablan de "portillos", "ruinas" y de "edificar". Esto es propio de una construcción, no de una tienda. Otra traducción dice "habitaciones de David", y otra "choza" en este pasaje. Su significado simbólico/profético es similar al de Isaías 33:20 en que se habla de Jerusalem como una "tienda que no será desarmada", ni removidas sus "estacas", refiriéndose a una ciudad. "Tabernáculo" alude entonces a una cosa muy importante para el evangelio: la "casa de David", es decir, el linaje (Apocalipsis 22:16) a través del cual vendría el anhelado Mesías/"Hijo de David".

De modo que para alcanzar a las "ovejas perdidas" - que solo nuestro Señor puede identificar - los apóstoles deberían predicar a todas las naciones de la tierra, porque en todas ellas hay "ovejas perdidas" y no se diferencian del entorno étnico-cultural en que se encuentran (1).

Entonces la alusión de Jacobo a la profecía de Amos 9:11 sobre el "Tabernáculo caído de David", debe entenderse como una referencia a la necesidad de volver a incorporar a un remanente fiel de la descendencia del norteño y apóstata "Reino de Israel" a un único ISRAEL como en los días de David.

El norteño “Reino de Israel” había abandonado la línea de reyes descendientes de David – casa de David - sustituyéndola por reyes de la tribu de Efraín. A esta descendencia israelita desterrada entre las naciones debía de enviarse con urgencia el anuncio de que el Mesías de Israel – que era de la “casa de David” como anunció la profecía - ya se había manifestado y el Reino de los Cielos se había "acercado". Estas son las buenas noticias/evangelio del Reino dirigido al Israel que estaba “lejos” (Daniel 9:7).

Y un "remanente" de este Israel “lejano” del destierro, aquel que recibiera la Palabra del evangelio en su corazón y confesase que Jesucristo/Yeshua Hamashiaj es el Hijo del Dios Viviente que resucitó de entre los muertos, subió a los cielos, y volverá en su Reino al final de los días, será restaurado a un único ISRAEL y a Sión glorificada. (Isaías 10:21-22; Romanos 9:27-28)

Podemos concluir entonces que los "cristianos" somos en misterio - en su enorme mayoría (2) – descendientes del norteño “reino de Israel” que fue desterrado y gentilizado, y que ha sido reencontrado por la predicación a todas las naciones del evangelio del Reino. Y, en efecto, a estos llama Oseas "hijos del Dios Viviente" (Oseas 1:10) que no otra cosa somos los que hemos renacido de Su Espíritu.

Somos así los cristianos, las "ovejas perdidas de la casa de Israel" que volvieron a su redil. Las "piedras preciosas" - junto a los judíos que vuelvan su corazón al Mesías - con los cuales será reedificado el "Tabernáculo caído de David" al final de los siglos.


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(1) en algunos casos, especialmente en la migración hacia el oriente y el África los "hijos de Israel"/"casa de Israel" aparecen en comunidades diferenciadas de su entorno (por ej. los “gitanos” en la India). Pero en occidente las diez tribus están indisolublemente ligadas con la población en la cual se incluyen

(2) en Éxodo 12:38 se dice que salieron con el éxodo del pueblo de Israel "grande multitud de toda clase de gentes". Y en Hechos 2:10 se dice que entre quienes escucharon el poderoso primer mensaje del apóstol Pedro estaban "romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos". De modo que tanto en el primer éxodo, como en el inicio de la evangelización hubo no-israelitas – gentiles prosélitos - que unieron su destino a la nación de Israel. Por eso habrá muchos gentiles salvos en el Reino de los Cielos junto al remanente salvo de las doce tribus. Estos gentiles prosélitos serán contados con la tribu de Israel predominante en el país en que vivían – suponemos - como en el caso de los "extranjeros" en el Israel bíblico, aunque mayormente se congregarán con Efraín y Manasés.


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tomado del libro:
"ESTRUENDO EN LAS NACIONES"



el anuncio del Reino a los "hijos de Israel" y todas las naciones

IV) EL ANUNCIO DEL REINO A LOS “HIJOS DE ISRAEL” Y TODAS LAS NACIONES


“Dios envió mensaje a los hijos de Israel,
anunciando el evangelio de la paz
por medio de Jesucristo;
éste es Señor de todos”.
(Hechos 10:36)


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"hijos de Israel" = "casa de Israel" =
descendencia del norteño Reino de Israel(Efraín),
separado
de la Casa de David y desterrado
entre las naciones.


Según las instrucciones que recibieron los apóstoles (Mateo 10:5-7) el anuncio/evangelio del Reino debía de ser llevado en primer lugar a los "hijos de Israel(Efraín)" - no a los gentiles - mezclados entre las naciones. Pero en el cumplimiento de esta misión el evangelio de nuestro Señor Jesucristo fue dado a conocer durante los siglos de la gracia que están terminando a todas las naciones, porque en todas ellas hay "hijos de Israel" “zarandeados” (Amós 9:9, Oseas:7-8) que no se diferencian de los gentiles, ni en su aspecto ni en sus costumbres. De este modo, durante el cumplimiento de la encomienda de llevar el anuncio/evangelio del Reino a los “hijos de Israel”/”casa de Israel” por parte de los apóstoles, que fue complementado después por la obra misionera de las iglesias de Cristo, la Palabra de Jesucristo/Yeshua Hamashiaj vino a ser "luz a las naciones" en donde fue anunciada (Isaías 49:6). Y Jesucristo se hizo "Señor de todos" los que lo recibieron en su corazón, hayan sido gentiles de origen o descendientes de Israel “gentilizados” (ignorantes de sus raíces) como fue el caso del Centurión o la mujer sirio-fenicia que, siendo gentiles, recibieron la Palabra salvadora/sanadora del Señor y Le creyeron. Y tanta fue su fe que fueron exaltados por nuestro Señor, aun por encima de los hijos de ISRAEL. Todo en el Reino es por fe.

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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"











EL RETORNO DEL REMANENTE
Y LA IRA VENIDERA


"El remanente volverá...
Porque si tu pueblo, oh Israel,
fuere como las arenas del mar,
el remanente de él volverá;...
la destrucción acordada rebosará justicia.
Pues el Señor...hará consumación
ya determinada en medio
de la tierra."
Isaías 10:21-22

"También Isaías clama tocante a Israel:
Si fuere el número de los hijos de Israel
como la arena del mar,
tan sólo el remanente será salvo;
porque el Señor ejecutará su sentencia
sobre la tierra en justicia y con prontitud"
Romanos 9:27-28


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- el apóstol Pablo cita a Isaías y cambia "volverá" por "salvo". Es decir, el retorno del “remanente de Israel” a su tierra – Sión - es algo que está envuelto en las consecuencias de la "salvación" que nuestro Señor vino a traer a los “hijos de Israel”/”casa de Israel” y a todos por el derramamiento de su sangre en la cruz,

- el retorno del remanente coincidirá, además, con el tiempo en que se derramará juicio sobre los impíos: la Ira de YaHVéH, al final de los días.

- el retorno del remanente entonces, es también un rescate de la Ira venidera. Cuando ese t-e-r-r-i-b-l-e evento esté sucediendo en la tierra, el remanente santo estará en el cielo participando de las bodas del Cordero

- allí la NOVIA descendiente del apóstata "Reino de Israel" del norte, limpia de rebeldías por la fe en la sangre del Cordero, se convertirá de nuevo en ESPOSA de su Hacedor, antes de retornar a la tierra detrás del Jinete del caballo blanco y ropas manchadas de sangre.


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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"






"ENSANCHA EL SITIO DE TU TIENDA"

"Ensancha el sitio de tu tienda,

y las cortinas de tus habitaciones

sean extendidas; no seas escasa;

alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.

Porque te extenderás a la mano derecha

y a la mano izquierda;

y tu descendencia heredará naciones,

y habitará las ciudades asoladas.


No temas, pues no serás confundida;

y no te avergüences,

porque no serás afrentada,

sino que te olvidarás de la vergüenza

de tu juventud,

y de la afrenta de tu viudez

no tendrás más memoria


Porque tu marido es tu Hacedor;

YaHVéH de los ejércitos es su nombre..."

Isaías 54:2-5


“Porque tu tierra devastada, arruinada y desierta,

ahora será estrecha por la multitud de los moradores...

Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos:

Estrecho es para mí este lugar;

apártate, para que yo more”.

Isaías 49: 19-20


En estos textos se habla del "ensanchamiento" de una tienda, en referencia al restaurado "Tabernáculo de David" en el fin de los días para incluir a los retornados - después de 70 generaciones de destierro - "hijos de la desamparada" o "hijos de tu orfandad". El Tabernáculo restaurado - el Reino de los Cielos - será mas amplio que el original (1). Y se menciona la "afrenta de tu viudez", es decir, el rechazo que sufrió el norteño "Reino de Israel" de parte de YaHVéH, su Marido (Isaías 54:5), por causa de su apostasía. Y en este lenguaje profético se afirma que la desterrada y avergonzada - "viuda" - será de nuevo recibida en su tierra sin que tenga de que avergonzarse. Y tantos serán los "hijos de tu orfandad" que ellos dirán a su retorno "estrecho es para mi este lugar".


Esto envuelve un misterio: el trigo de las "iglesias de Cristo" son la NOVIA del Cordero que al acudir a las prometidas "bodas" celestiales se convertirá de nuevo en ESPOSA de su Hacedor, así como Oseas tomó de nuevo a la prostituta Gomer como esposa fiel para siempre. Y este drama profético de esposa-rechazada -por su-prostitución a esposa-santificada-y-pura, fiel para siempre, habla del proceso de excomunión y rescate de la descendencia del norteño "Reino de Israel" que ahora se congrega en las iglesias de Cristo. Y tantos serán los purificados - salvos o santos - durante los siglos de la gracia que le quedará chico, a su retorno, el territorio en que vivían sus antepasados hasta el momento de su destierro en el año 722 A.C..


Esta descendencia santa de los "hijos de Israel"/"casa de Israel"/"Efraín" - lavados por la sangre del Cordero - son llamados "hijos del Dios Viviente" en Oseas 1:10, lo que demuestra que ellos son los cristianos de hoy que pronto recibirán revelación de sus raíces hebreas.



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(1) El Reino de los Cielos venidero - el profetizado levantamiento del "Tabernáculo de David" (Amos 9:11) - será instalado por el Mesías de Israel luego de su retorno en gloria sobre un territorio que estará desvastado por las guerras y será transformado en la presencia de Su Gloria. Incluirá dentro de sus límites a los territorios de la hoy llamada "Cisjordania"/ "Gaza" a el Líbano, Siria, parte de Jordania, además del territorio del Estado de Israel actual (Ezequiel 48).


Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"




"mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones"

"MANDARÉ Y HARÉ QUE LA CASA DE ISRAEL SEA ZARANDEADA ENTRE TODAS LAS NACIONES"

"Porque he aquí yo mandaré y haré

que la casa de Israel sea zarandeada

entre todas las naciones,

como se zarandea el grano

en una criba..."

Amos 9:9


"Efraín se ha mezclado con los demás pueblos;

Efraín fue torta no volteada."

Oseas 7:8


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- la "casa de Israel" = "hijos de Israel" = "Efraín" = descendencia de las diez tribus del "Reino de Israel" del norte, fue "mezclada" y "zarandeada" entre todas las naciones, y es allí, en todos los pueblos de la tierra, en donde debemos buscarla.


- Por esa razón nuestro Señor - el Cordero de Dios - envió a sus doce apóstoles prioritariamente a las "ovejas perdidas de la casa de Israel" entre las naciones especialmente en las naciones compuestas por escitas y cimerios ubicadas en el territorio al norte del río Danubio y al este del hoy territorio europeo, y que luego cubrieron toda Europa. Estas fueron entonces las etnias fundacionales de las principales naciones europeas.


La bandera de la U.E. tiene doce estrellas ¿porque?


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Tomado del libro

"Estruendo en las naciones"