La primera promesa a Abraham
y a toda su descendencia
multitudinaria.
y a toda su descendencia
multitudinaria.
En la parte final de la primera promesa a Abraham se puede antever la grandeza y enjundia del Propósito que comenzaría a tomar cuerpo a partir de ella: “te multiplicaré en gran manera y de ti saldrán naciones y reyes”. Otra versión dice así:
“Te haré muy, pero muy fértil,
y yo haré que salgan de ti
reyes y naciones enteras"
Véase que no se habla aquí de una nación y un linaje real para la descendencia de Abraham - vehículo e instrumento de Su Propósito - sino de “muchas” naciones – “naciones enteras” - y “muchos” reyes. Y para confirmar esta firme determinación que sería la acción central de YaHVéH en la historia de las naciones dice luego de Sarai/Sara, la esposa de Abram/Abraham:
“vendrá a ser madre de naciones;
reyes de pueblos nacerán de ella"
(versos 15 y 16).
Palabras grandiosas: “madre de naciones”, “reyes y pueblos nacerán de ella”. Pero si queremos una mayor confirmación todavía sobre el grandioso destino de la descendencia de Abraham en las naciones, vemos que un poco después YaHVéH hace algo que nos debería llenar de temor reverente: ¡jura por Si mismo! y dice a Abraham:
“multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo
y como la arena que está
a la orilla del mar”
Génesis 22: 17 a
lo que marca a fuego la obstinada determinación de hacer surgir de la prole de Abraham una descendencia que cubrirá la tierra – como ya dijimos - infinita en tamaño, imposible de contar, imposible de imaginación. Y la promesa agrega un dato no menor:
“tu descendencia se adueñará
de las puertas de sus enemigos"
Génesis 22:17:b
Y esto es lo que podremos ver en el Pulso de la historia: las naciones surgidas de la descendencia de Abraham obtendrían el triunfo final sobre sus enemigos. Finalmente en el versículo 18 de Génesis 22 se dice algo que debemos entender a cabalidad, corolario de lo anterior:
“También prometo que todas las naciones del mundo
serán bendecidas por tu descendencia,
gracias a que tú me obedeciste”.
¡Que promesa solemne! Debemos asumir entonces que el Plan de Redención para todas las naciones de la tierra – el árbol/Propósito que siempre estuvo allí – incluye un proceso misterioso por el cual la semilla de Abraham llegaría a estar en el seno de “todas las naciones del mundo”. Es más formaría naciones y crearía linajes reales. ¡Grandes son los hechos de Dios/Elohim – YaHVéH – en toda la tierra! Es en referencia a esa extraordinaria promesa que se dice en Hebreos 6:13-15:
“Cuando Dios hizo la promesa a Abraham,
no pudiendo jurar por otro mayor,
juró por sí mismo
diciendo:’De cierto te bendeciré
con abundancia y te multiplicaré grandemente’.
Y habiendo esperado con paciencia,
alcanzó la promesa”
¿Cómo sabemos que Abraham vio el cumplimiento de esta promesa que transformaría el mundo? Primero con el nacimiento de su hijo Isaac, siendo él y Sara ya ancianos. De un vientre doblemente infértil, por naturaleza y por el paso de los años, nació Isaac. Ese fue un gran milagro que señalaba hacia delante a una descendencia prodigiosa. Y mirando hacia el fin de la historia se dice en el Salmo 47:
“Dios reina sobre las naciones;...
Los príncipes de los pueblos se reunieron
como pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra”.
Esos escudos que enmarcarán el Reino mesiánico como posesión del “Dios de Abraham” son de naciones bendecidas con prosperidad por la descendencia de Abraham. Y Abraham presenciará como el Dios/Elohim que le hizo las promesas fundacionales de la historia – el “Dios de Abraham”/YaHVéH – convocará de todos los pueblos de la tierra descendencia suya:
"Y yo mismo recogeré
el remanente de mis ovejas
de todas las tierras adonde las eché,
y las haré volver a sus moradas; ...
y no temerán más, ni se amedrentarán,
ni serán menoscabadas, dice YaHVéH"
Jeremías 23:3-4
los que fueron redimidos por “LA” descendencia de Abraham que es Cristo Jesús, SEÑOR nuestro.
Veamos ahora cómo la descendencia de Abraham se introdujo en las naciones y sigamos luego una de las innumerables zagas de esta muchedumbre mas grande de lo que podamos imaginar que cambio la historia a su paso, y la imanto con el Propósito de YaHVéH que no es otro que recoger un remanente de todas las naciones para su Reino.
capitulo segundo del libro ESTRUENDO EN LAS NACIONES
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