"¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?"



En Isaías 66:7-8 se hace una declaración sorprendente que se refiere a algo que sucederá en el hoy conflictivo Oriente Medio - mas precisamente en la tierra de la promesa - cuando se inaugure el mundo venidero/athid lavo:


“¡Antes que estuviera de parto, dio a luz;
antes que le vinieran dolores,
dio a luz un hijo!
¿Quién oyó cosa semejante?
¿quién vio tal cosa?
¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?
Pues en cuanto Sión estuvo de parto,
dio a luz a sus hijos”.


Esta una imagen contrapuesta al nacimiento del “hijo varón” de la mujer “vestida de sol” en Apocalipsis 12. Vimos que ella era la madre de los nacidos de Espíritu, de los redimidos por el poder de lo Alto. Ella tuvo un parto angustioso (Apocalipsis 12:2) rodeado luego de enormes peligros. Es que la irrupción del Espíritu del Altísimo en la bajeza de nuestra carne es dolorosa y produce conflicto. Aún el "primogénito" de los engendrados por el Espíritu – nuestro Señor Jesucristo/Yeshuahamashiaj – nació en condiciones penosas - un establo - e inmediatamente lo rodearon conspiraciones mortales y contradicciones que no lo abandonaron hasta la cruz.

Por eso dice Oseas 2:14:


“Pero he aquí que yo la atraeré
y la llevaré al desierto,
y hablaré a su corazón.


Esto expresa la realidad de la gran mayoría de los que hemos recibido a a Cristo en nuestro corazón naciendo de lo Alto: nuestra alma fue seducida por Su misericordia en condiciones límites.


Solo así se abrieron nuestros oídos espirituales para escuchar la voz del Gran Pastor. Sin embargo "al final de la carrera" en este mundo, cuando seamos revestidos de incorruptibilidad, naceremos a una nueva vida repentinamente, “en un abrir y cerrar de ojos”. Así se dice en dice 1 Corintios 15:52:


“en un momento,
en un abrir y cerrar de ojos
...nosotros seremos transformados”


Sin duda este nacimiento en el mundo venidero/athid lavo será repentino. Todos nuestros parámetros cambiaran de pronto. Y desde Sión se dirá:


¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes,
y como palomas a sus ventanas?
Isaías 60:8


***


Y los habitantes de esta Gran Nación venidera nacida en un instante – el “reino de los cielos"/"Tabernáculo de David" redivivo - serán la descendencia de "dos familias", o reinos, o “casas reinantes” que componen la única nación de los electos por YaHVéH: ISRAEL. Dice Ezequiel 37:21-22:


“Voy a sacar a los israelitas
de entre las naciones
a donde han ido a parar;
los reuniré de todas partes
y los haré volver a su tierra.
Haré de ellos una sola nación en este país,
en los montes de Israel,
y tendrán un solo rey.
No volverán a estar divididos
en dos naciones,
ni separados en dos reinos”.


Reparemos en esta última afirmación: “No volverán a estar divididos en dos naciones, ni separados en dos reinos”. Así esta ISRAEL hoy: dividida en dos naciones una de las cuales – la “casa de Israel” – vive en misterio en todas las naciones de la tierra. De modo que el Estado de Israel no es la única nación de ISRAEL. Hay otra que es multitudinaria – hoy en misterio – que deberá de ser manifestada.


Esto unidad futura de dos naciones es lo que afirma Oseas 1:10 refiriéndose al “día de Jezreel”:


“Y se congregarán
los hijos de Judá y de Israel,
y nombrarán un solo jefe,
y subirán de la tierra;
porque el día de Jezreel
será grande”.


Esto es, “subirán de la tierra” o serán congregados de entre las naciones aquellos israelitas – con o sin conocimiento de sus raíces – que hayan recibido en su corazón al Cristo Resucitado, el Mesías de ISRAEL. Este es el “remanente de Israel” salvo de que habla la profecía. Y serán congregados proviniendo de Judá e Israel – dos “naciones” – para ser reunificados en una sola. Veamos más sobre esta "subida"/retorno venidero del remanente de Israel a Sión:


“Oh YaHVéH, salva a tu pueblo,
el remanente de Israel.
He aquí yo los hago volver...
y los reuniré de los fines de la tierra...”
(Jeremías 31:7-8)


Y también Jeremías 31:10:


“Oíd palabra de YaHVéH, oh naciones,
y hacedlo saber en las costas que están lejos,
y decid: El que esparció a Israel lo reunirá
y guardará, como el pastor a su rebaño”.


E Isaías 43:6-7:


“Diré al norte: "¡Da acá!",
y al sur: "¡No los retengas;
trae de lejos a mis hijos,
y a mis hijas de los confines de la tierra,
a todos los llamados de mi nombre,
que para gloria mía los he creado,
los formé y los hice!"


Y Ezequiel 36:24:


“¡Y yo os tomaré de las naciones,
os recogeré de todos los países
y os traeré a vuestro país!”


El pueblo de la Gran Nación venidera - entonces - será el remanente salvo por la "pura gracia" de Dios/Elohim tomado de las “dos familias” de la inmensa prole de Abraham, Isaac y Jacob – “como las estrellas del cielo y la arena de la orilla del mar” – que cubrió los "cuatro vientos" del planeta, y será unificado en esos días bajo un solo Jefe: el “Hijo de David” que llamaremos "YaHVéH Justicia Nuestra" porque en sus días benditos se cumplirán todas las promesas mesiánicas.


Y la reunión de los salvos de estas “dos familias” electas de YaHVéH, que tuvieron un curso tan diferente en la historia de las naciones, será sin duda un “gran día”, ¡el día inaugural de un nuevo tiempo! En el se borrarán muchas diferencias y malentendidos de los últimos 2.000 años - a pesar de que la Palabra siempre fue clara pero su revelación completa estaba reservada para estos días -.


Y dice la Palabra que la actitud de las naciones no-israelitas (Nota 1) del mundo venidero/athid lavó hacia esta Gran Nación así concebida será de aceptación gozosa:


“Y andarán las naciones a tu luz,
y los reyes al resplandor de tu nacimiento”.
Isaías 60:3


***


La restauración de los redimidos al de Sión venidero -la tierra gloriosa que es su "herencia perpetua" y el “reino sempiterno” - evoca en la Palabra una relación matrimonial. La que hoy - en muchos sentidos - es una tierra desamparada y sufriente, llena de contradicciones y conflictos, será revestida de Gloria y se desposará con el remanente de Israel y con su Dios que serán Uno:


“Nunca más te llamarán "Desamparada",
ni tu tierra se dirá más "Desolada";
sino que serás llamada “Mi deleite”
y tu tierra, “Esposa mía”
porque el amor de YaHVéH estará contigo
y tu tierra será desposada.
Pues como el joven se desposa con la virgen,
así se desposarán contigo tus hijos;
y como el gozo del esposo con la esposa,
así se gozará contigo el Dios tuyo.
Isaías 62:4-5


Es decir: tanto “tus hijos”: el remanente de Israel, como “tu Dios” – YaHVéH – se desposarán con una tierra que hoy está llena de escombros y marcas de guerras que cruzan siglos de historia tumultuosa. Y ella no solo será restaurada sino que será revestida de naturaleza espiritual – celestial - ya que sobre ella estará “la gloria del Señor, como un dosel” (Isaías 4:5). Y en Isaías 60:15 a Sión se le llama “gloria eterna”:


“En vez de estar abandonada y aborrecida,
tanto que nadie pasaba por ti,
haré que seas una gloria eterna,
el gozo de todos los siglos.


Es que la tierra “devastada y arruinada” será adornada “como una novia” por los redimidos – llenos de honra celestial - rescatados de entre todas las naciones:


“Alza tus ojos alrededor, y mira:
todos estos se han reunido, han venido a ti.
Vivo yo, dice YaHVéH, que de todos,
como de vestidura de honra,
serás vestida;
y de ellos serás adornada
como una novia”.
(Isaías 49: 18)


Y los montes de Sión figuradamente romperán en aplausos y canciones de bienvenida para recibir al pueblo santo:


“Los montes y los collados
levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso".
(Isaías 55:12)


Es que la “electricidad” de la Gloria del Eterno cubrirá los montes y collados de Sión. Y los redimidos percibiremos, además de su hermosura, una naturaleza espiritual que nos cautivará.


***


Dice el apóstol Pedro que los creyentes debemos esperar, en medio del tumulto actual, “nuevos cielos y nueva tierra” según Su promesa (2 Pedro 3:13). Y aquí esta esa promesa:


"Miren, yo voy a crear
un cielo nuevo y una tierra nueva.
Lo pasado quedará olvidado,
nadie se volverá a acordar de ello.
Llénense de gozo y alegría para siempre
por lo que voy a crear,
porque voy a crear una Jerusalém feliz
y un pueblo contento que viva en ella”
(Isaías 65:17-18)


¿Bien diferente a la Jerusalem que vemos hoy en las noticias, verdad? ¿Habrá algún recurso humano, algún “plan de paz” que produzca esa Jerusalem feliz de la profecía? NO, es evidente que ella, y el pueblo “contento“ que la habitará solo puede ser resultado de un acto divino portentoso Y estos "nuevos cielos y nueva tierra" que Dios/Elohim creará serán testigos de la permanencia de la descendencia santa de Abraham delante de YaHVéH, libre de temores y sobresaltos:


“Porque como los cielos nuevos
y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí, dice YaHVéH,
así permanecerá vuestra descendencia
y vuestro nombre”.
Isaías 66:22


***


Asimismo, la actual emergencia climática no existirá cuando existan “nuevos cielos y nueva tierra”. El clima será restaurado:


“Vosotros también, hijos de Sión,
alegraos y gozaos en YaHVéH, vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo,
y hará descender sobre vosotros
lluvia temprana y tardía,
como al principio.
(Joel 2:23-24)


Y se habrán obrado milagros creativos de restauración en la Sión glorificada que será el padrón de excelencia y gozo de un planeta renovado:


“Haré brotar ríos en los cerros desiertos
y manantiales en medio de los valles;
convertiré el desierto en ciénagas,
haré brotar arroyos en la tierra seca.
En el desierto plantaré cedros,
acacias, arrayanes y olivos;
en la tierra seca haré crecer
pinos juntamente con abetos y cipreses,
para que todo el mundo vea y sepa,
y ponga atención y entienda que yo,
el Señor, he hecho esto con mi poder,
que yo, el Dios Santo de Israel,
lo he creado."
Isaías 41:18-20


Y ante tanta Gloria derramada sobre la Gran Nación venidera las naciones romperán en alabanza:


“Porque así como nacen las plantas de la tierra
y brotan los retoños en un jardín,
así hará el Señor que brote su victoria
y que todas las naciones entonen
cantos de alabanza.
(isaías61:11)