"¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?"



En Isaías 66:7-8 se hace una declaración sorprendente que se refiere a algo que sucederá en el hoy conflictivo Oriente Medio - mas precisamente en la tierra de la promesa - cuando se inaugure el mundo venidero/athid lavo:


“¡Antes que estuviera de parto, dio a luz;
antes que le vinieran dolores,
dio a luz un hijo!
¿Quién oyó cosa semejante?
¿quién vio tal cosa?
¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?
Pues en cuanto Sión estuvo de parto,
dio a luz a sus hijos”.


Esta una imagen contrapuesta al nacimiento del “hijo varón” de la mujer “vestida de sol” en Apocalipsis 12. Vimos que ella era la madre de los nacidos de Espíritu, de los redimidos por el poder de lo Alto. Ella tuvo un parto angustioso (Apocalipsis 12:2) rodeado luego de enormes peligros. Es que la irrupción del Espíritu del Altísimo en la bajeza de nuestra carne es dolorosa y produce conflicto. Aún el "primogénito" de los engendrados por el Espíritu – nuestro Señor Jesucristo/Yeshuahamashiaj – nació en condiciones penosas - un establo - e inmediatamente lo rodearon conspiraciones mortales y contradicciones que no lo abandonaron hasta la cruz.

Por eso dice Oseas 2:14:


“Pero he aquí que yo la atraeré
y la llevaré al desierto,
y hablaré a su corazón.


Esto expresa la realidad de la gran mayoría de los que hemos recibido a a Cristo en nuestro corazón naciendo de lo Alto: nuestra alma fue seducida por Su misericordia en condiciones límites.


Solo así se abrieron nuestros oídos espirituales para escuchar la voz del Gran Pastor. Sin embargo "al final de la carrera" en este mundo, cuando seamos revestidos de incorruptibilidad, naceremos a una nueva vida repentinamente, “en un abrir y cerrar de ojos”. Así se dice en dice 1 Corintios 15:52:


“en un momento,
en un abrir y cerrar de ojos
...nosotros seremos transformados”


Sin duda este nacimiento en el mundo venidero/athid lavo será repentino. Todos nuestros parámetros cambiaran de pronto. Y desde Sión se dirá:


¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes,
y como palomas a sus ventanas?
Isaías 60:8


***


Y los habitantes de esta Gran Nación venidera nacida en un instante – el “reino de los cielos"/"Tabernáculo de David" redivivo - serán la descendencia de "dos familias", o reinos, o “casas reinantes” que componen la única nación de los electos por YaHVéH: ISRAEL. Dice Ezequiel 37:21-22:


“Voy a sacar a los israelitas
de entre las naciones
a donde han ido a parar;
los reuniré de todas partes
y los haré volver a su tierra.
Haré de ellos una sola nación en este país,
en los montes de Israel,
y tendrán un solo rey.
No volverán a estar divididos
en dos naciones,
ni separados en dos reinos”.


Reparemos en esta última afirmación: “No volverán a estar divididos en dos naciones, ni separados en dos reinos”. Así esta ISRAEL hoy: dividida en dos naciones una de las cuales – la “casa de Israel” – vive en misterio en todas las naciones de la tierra. De modo que el Estado de Israel no es la única nación de ISRAEL. Hay otra que es multitudinaria – hoy en misterio – que deberá de ser manifestada.


Esto unidad futura de dos naciones es lo que afirma Oseas 1:10 refiriéndose al “día de Jezreel”:


“Y se congregarán
los hijos de Judá y de Israel,
y nombrarán un solo jefe,
y subirán de la tierra;
porque el día de Jezreel
será grande”.


Esto es, “subirán de la tierra” o serán congregados de entre las naciones aquellos israelitas – con o sin conocimiento de sus raíces – que hayan recibido en su corazón al Cristo Resucitado, el Mesías de ISRAEL. Este es el “remanente de Israel” salvo de que habla la profecía. Y serán congregados proviniendo de Judá e Israel – dos “naciones” – para ser reunificados en una sola. Veamos más sobre esta "subida"/retorno venidero del remanente de Israel a Sión:


“Oh YaHVéH, salva a tu pueblo,
el remanente de Israel.
He aquí yo los hago volver...
y los reuniré de los fines de la tierra...”
(Jeremías 31:7-8)


Y también Jeremías 31:10:


“Oíd palabra de YaHVéH, oh naciones,
y hacedlo saber en las costas que están lejos,
y decid: El que esparció a Israel lo reunirá
y guardará, como el pastor a su rebaño”.


E Isaías 43:6-7:


“Diré al norte: "¡Da acá!",
y al sur: "¡No los retengas;
trae de lejos a mis hijos,
y a mis hijas de los confines de la tierra,
a todos los llamados de mi nombre,
que para gloria mía los he creado,
los formé y los hice!"


Y Ezequiel 36:24:


“¡Y yo os tomaré de las naciones,
os recogeré de todos los países
y os traeré a vuestro país!”


El pueblo de la Gran Nación venidera - entonces - será el remanente salvo por la "pura gracia" de Dios/Elohim tomado de las “dos familias” de la inmensa prole de Abraham, Isaac y Jacob – “como las estrellas del cielo y la arena de la orilla del mar” – que cubrió los "cuatro vientos" del planeta, y será unificado en esos días bajo un solo Jefe: el “Hijo de David” que llamaremos "YaHVéH Justicia Nuestra" porque en sus días benditos se cumplirán todas las promesas mesiánicas.


Y la reunión de los salvos de estas “dos familias” electas de YaHVéH, que tuvieron un curso tan diferente en la historia de las naciones, será sin duda un “gran día”, ¡el día inaugural de un nuevo tiempo! En el se borrarán muchas diferencias y malentendidos de los últimos 2.000 años - a pesar de que la Palabra siempre fue clara pero su revelación completa estaba reservada para estos días -.


Y dice la Palabra que la actitud de las naciones no-israelitas (Nota 1) del mundo venidero/athid lavó hacia esta Gran Nación así concebida será de aceptación gozosa:


“Y andarán las naciones a tu luz,
y los reyes al resplandor de tu nacimiento”.
Isaías 60:3


***


La restauración de los redimidos al de Sión venidero -la tierra gloriosa que es su "herencia perpetua" y el “reino sempiterno” - evoca en la Palabra una relación matrimonial. La que hoy - en muchos sentidos - es una tierra desamparada y sufriente, llena de contradicciones y conflictos, será revestida de Gloria y se desposará con el remanente de Israel y con su Dios que serán Uno:


“Nunca más te llamarán "Desamparada",
ni tu tierra se dirá más "Desolada";
sino que serás llamada “Mi deleite”
y tu tierra, “Esposa mía”
porque el amor de YaHVéH estará contigo
y tu tierra será desposada.
Pues como el joven se desposa con la virgen,
así se desposarán contigo tus hijos;
y como el gozo del esposo con la esposa,
así se gozará contigo el Dios tuyo.
Isaías 62:4-5


Es decir: tanto “tus hijos”: el remanente de Israel, como “tu Dios” – YaHVéH – se desposarán con una tierra que hoy está llena de escombros y marcas de guerras que cruzan siglos de historia tumultuosa. Y ella no solo será restaurada sino que será revestida de naturaleza espiritual – celestial - ya que sobre ella estará “la gloria del Señor, como un dosel” (Isaías 4:5). Y en Isaías 60:15 a Sión se le llama “gloria eterna”:


“En vez de estar abandonada y aborrecida,
tanto que nadie pasaba por ti,
haré que seas una gloria eterna,
el gozo de todos los siglos.


Es que la tierra “devastada y arruinada” será adornada “como una novia” por los redimidos – llenos de honra celestial - rescatados de entre todas las naciones:


“Alza tus ojos alrededor, y mira:
todos estos se han reunido, han venido a ti.
Vivo yo, dice YaHVéH, que de todos,
como de vestidura de honra,
serás vestida;
y de ellos serás adornada
como una novia”.
(Isaías 49: 18)


Y los montes de Sión figuradamente romperán en aplausos y canciones de bienvenida para recibir al pueblo santo:


“Los montes y los collados
levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso".
(Isaías 55:12)


Es que la “electricidad” de la Gloria del Eterno cubrirá los montes y collados de Sión. Y los redimidos percibiremos, además de su hermosura, una naturaleza espiritual que nos cautivará.


***


Dice el apóstol Pedro que los creyentes debemos esperar, en medio del tumulto actual, “nuevos cielos y nueva tierra” según Su promesa (2 Pedro 3:13). Y aquí esta esa promesa:


"Miren, yo voy a crear
un cielo nuevo y una tierra nueva.
Lo pasado quedará olvidado,
nadie se volverá a acordar de ello.
Llénense de gozo y alegría para siempre
por lo que voy a crear,
porque voy a crear una Jerusalém feliz
y un pueblo contento que viva en ella”
(Isaías 65:17-18)


¿Bien diferente a la Jerusalem que vemos hoy en las noticias, verdad? ¿Habrá algún recurso humano, algún “plan de paz” que produzca esa Jerusalem feliz de la profecía? NO, es evidente que ella, y el pueblo “contento“ que la habitará solo puede ser resultado de un acto divino portentoso Y estos "nuevos cielos y nueva tierra" que Dios/Elohim creará serán testigos de la permanencia de la descendencia santa de Abraham delante de YaHVéH, libre de temores y sobresaltos:


“Porque como los cielos nuevos
y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí, dice YaHVéH,
así permanecerá vuestra descendencia
y vuestro nombre”.
Isaías 66:22


***


Asimismo, la actual emergencia climática no existirá cuando existan “nuevos cielos y nueva tierra”. El clima será restaurado:


“Vosotros también, hijos de Sión,
alegraos y gozaos en YaHVéH, vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo,
y hará descender sobre vosotros
lluvia temprana y tardía,
como al principio.
(Joel 2:23-24)


Y se habrán obrado milagros creativos de restauración en la Sión glorificada que será el padrón de excelencia y gozo de un planeta renovado:


“Haré brotar ríos en los cerros desiertos
y manantiales en medio de los valles;
convertiré el desierto en ciénagas,
haré brotar arroyos en la tierra seca.
En el desierto plantaré cedros,
acacias, arrayanes y olivos;
en la tierra seca haré crecer
pinos juntamente con abetos y cipreses,
para que todo el mundo vea y sepa,
y ponga atención y entienda que yo,
el Señor, he hecho esto con mi poder,
que yo, el Dios Santo de Israel,
lo he creado."
Isaías 41:18-20


Y ante tanta Gloria derramada sobre la Gran Nación venidera las naciones romperán en alabanza:


“Porque así como nacen las plantas de la tierra
y brotan los retoños en un jardín,
así hará el Señor que brote su victoria
y que todas las naciones entonen
cantos de alabanza.
(isaías61:11)

"¿Concebirá la tierra en un día?

¿Nacerá una nación de una sola vez?"



En Isaías 66:7-8 se hace una declaración sorprendente que se refiere a algo que sucederá en el hoy conflictivo Oriente Medio - mas precisamente en la tierra de la promesa - cuando se inaugure el mundo venidero/athid lavo:


“¡Antes que estuviera de parto, dio a luz;

antes que le vinieran dolores,

dio a luz un hijo!

¿Quién oyó cosa semejante?

¿quién vio tal cosa?

¿Concebirá la tierra en un día?

¿Nacerá una nación de una sola vez?

Pues en cuanto Sión estuvo de parto,

dio a luz a sus hijos”.


Esta una imagen contrapuesta al nacimiento del “hijo varón” de la mujer “vestida de sol” en Apocalipsis 12. Vimos que ella era la madre de los nacidos de Espíritu, de los redimidos por el poder de lo Alto. Ella tuvo un parto angustioso (Apocalipsis 12:2) rodeado luego de enormes peligros. Es que la irrupción del Espíritu del Altísimo en la bajeza de nuestra carne es dolorosa y produce conflicto. Aún el "primogénito" de los engendrados por el Espíritu – nuestro Señor Jesucristo/Yeshuahamashiaj – nació en condiciones penosas - un establo - e inmediatamente lo rodearon conspiraciones mortales y contradicciones que no lo abandonaron hasta la cruz.

Por eso dice Oseas 2:14:


“Pero he aquí que yo la atraeré

y la llevaré al desierto,

y hablaré a su corazón.


Esto expresa la realidad de la gran mayoría de los que hemos recibido a a Cristo en nuestro corazón naciendo de lo Alto: nuestra alma fue seducida por Su misericordia en condiciones límites.


Solo así se abrieron nuestros oídos espirituales para escuchar la voz del Gran Pastor. Sin embargo "al final de la carrera" en este mundo, cuando seamos revestidos de incorruptibilidad, naceremos a una nueva vida repentinamente, “en un abrir y cerrar de ojos”. Así se dice en dice 1 Corintios 15:52:


“en un momento,

en un abrir y cerrar de ojos

...nosotros seremos transformados”


Sin duda este nacimiento en el mundo venidero/athid lavo será repentino. Todos nuestros parámetros cambiaran de pronto. Y desde Sión se dirá:


¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes,

y como palomas a sus ventanas?

Isaías 60:8


***


Y los habitantes de esta Gran Nación venidera nacida en un instante – el “reino de los cielos"/"Tabernáculo de David" redivivo - serán la descendencia de "dos familias", o reinos, o “casas reinantes” que componen la única nación de los electos por YaHVéH: ISRAEL. Dice Ezequiel 37:21-22:


“Voy a sacar a los israelitas

de entre las naciones

a donde han ido a parar;

los reuniré de todas partes

y los haré volver a su tierra.

Haré de ellos una sola nación en este país,

en los montes de Israel,

y tendrán un solo rey.

No volverán a estar divididos

en dos naciones,

ni separados en dos reinos”.


Reparemos en esta última afirmación: “No volverán a estar divididos en dos naciones, ni separados en dos reinos”. Así esta ISRAEL hoy: dividida en dos naciones una de las cuales – la “casa de Israel” – vive en misterio en todas las naciones de la tierra. De modo que el Estado de Israel no es la única nación de ISRAEL. Hay otra que es multitudinaria – hoy en misterio – que deberá de ser manifestada.


Esto unidad futura de dos naciones es lo que afirma Oseas 1:10 refiriéndose al “día de Jezreel”:


“Y se congregarán

los hijos de Judá y de Israel,

y nombrarán un solo jefe,

y subirán de la tierra;

porque el día de Jezreel

será grande”.


Esto es, “subirán de la tierra” o serán congregados de entre las naciones aquellos israelitas – con o sin conocimiento de sus raíces – que hayan recibido en su corazón al Cristo Resucitado, el Mesías de ISRAEL. Este es el “remanente de Israel” salvo de que habla la profecía. Y serán congregados proviniendo de Judá e Israel – dos “naciones” – para ser reunificados en una sola. Veamos más sobre esta "subida"/retorno venidero del remanente de Israel a Sión:


“Oh YaHVéH, salva a tu pueblo,

el remanente de Israel.

He aquí yo los hago volver ...

y los reuniré de los fines de la tierra...”

(Jeremías 31:7-8)


Y también Jeremías 31:10:


“Oíd palabra de YaHVéH, oh naciones,

y hacedlo saber en las costas que están lejos,

y decid: El que esparció a Israel lo reunirá

y guardará, como el pastor a su rebaño”.


E Isaías 43:6-7:


“Diré al norte: "¡Da acá!",

y al sur: "¡No los retengas;

trae de lejos a mis hijos,

y a mis hijas de los confines de la tierra,

a todos los llamados de mi nombre,

que para gloria mía los he creado,

los formé y los hice!"


Y Ezequiel 36:24:


“¡Y yo os tomaré de las naciones,

os recogeré de todos los países

y os traeré a vuestro país!”


El pueblo de la Gran Nación venidera - entonces - será el remanente salvo por la "pura gracia" de Dios/Elohim tomado de las “dos familias” de la inmensa prole de Abraham, Isaac y Jacob – “como las estrellas del cielo y la arena de la orilla del mar” – que cubrió los "cuatro vientos" del planeta, y será unificado en esos días bajo un solo Jefe: el “Hijo de David” que llamaremos "YaHVéH Justicia Nuestra" porque en sus días benditos se cumplirán todas las promesas mesiánicas.


Y la reunión de los salvos de estas “dos familias” electas de YaHVéH, que tuvieron un curso tan diferente en la historia de las naciones, será sin duda un “gran día”, ¡el día inaugural de un nuevo tiempo! En el se borrarán muchas diferencias y malentendidos de los últimos 2.000 años - a pesar de que la Palabra siempre fue clara pero su revelación completa estaba reservada para estos días -.


Y dice la Palabra que la actitud de las naciones no-israelitas (Nota 1) del mundo venidero/athid lavó hacia esta Gran Nación así concebida será de aceptación gozosa:


“Y andarán las naciones a tu luz,

y los reyes al resplandor de tu nacimiento”.

Isaías 60:3


***


La restauración de los redimidos al de Sión venidero -la tierra gloriosa que es su "herencia perpetua" y el “reino sempiterno” - evoca en la Palabra una relación matrimonial. La que hoy - en muchos sentidos - es una tierra desamparada y sufriente, llena de contradicciones y conflictos, será revestida de Gloria y se desposará con el remanente de Israel y con su Dios que serán Uno:


“Nunca más te llamarán "Desamparada",

ni tu tierra se dirá más "Desolada";

sino que serás llamada “Mi deleite”

y tu tierra, “Esposa mía”

porque el amor de YaHVéH estará contigo

y tu tierra será desposada.

Pues como el joven se desposa con la virgen,

así se desposarán contigo tus hijos;

y como el gozo del esposo con la esposa,

así se gozará contigo el Dios tuyo.

Isaías 62:4-5


Es decir: tanto “tus hijos”: el remanente de Israel, como “tu Dios” – YaHVéH – se desposarán con una tierra que hoy está llena de escombros y marcas de guerras que cruzan siglos de historia tumultuosa. Y ella no solo será restaurada sino que será revestida de naturaleza espiritual – celestial - ya que sobre ella estará “la gloria del Señor, como un dosel” (Isaías 4:5). Y en Isaías 60:15 a Sión se le llama “gloria eterna”:


“En vez de estar abandonada y aborrecida,

tanto que nadie pasaba por ti,

haré que seas una gloria eterna,

el gozo de todos los siglos.


Es que la tierra “devastada y arruinada” será adornada “como una novia” por los redimidos – llenos de honra celestial - rescatados de entre todas las naciones:


“Alza tus ojos alrededor, y mira:

todos estos se han reunido, han venido a ti.

Vivo yo, dice YaHVéH, que de todos,

como de vestidura de honra,

serás vestida;

y de ellos serás adornada

como una novia”.

(Isaías 49: 18)


Y los montes de Sión figuradamente romperán en aplausos y canciones de bienvenida para recibir al pueblo santo:


“Los montes y los collados

levantarán canción delante de vosotros,

y todos los árboles del campo

darán palmadas de aplauso".

(Isaías 55:12)


Es que la “electricidad” de la Gloria del Eterno cubrirá los montes y collados de Sión. Y los redimidos percibiremos, además de su hermosura, una naturaleza espiritual que nos cautivará.


***


Dice el apóstol Pedro que los creyentes debemos esperar, en medio del tumulto actual, “nuevos cielos y nueva tierra” según Su promesa (2 Pedro 3:13). Y aquí esta esa promesa:


"Miren, yo voy a crear

un cielo nuevo y una tierra nueva.

Lo pasado quedará olvidado,

nadie se volverá a acordar de ello.

Llénense de gozo y alegría para siempre

por lo que voy a crear,

porque voy a crear una Jerusalém feliz

y un pueblo contento que viva en ella”

(Isaías 65:17-18)


¿Bien diferente a la Jerusalem que vemos hoy en las noticias, verdad? ¿Habrá algún recurso humano, algún “plan de paz” que produzca esa Jerusalem feliz de la profecía? NO, es evidente que ella, y el pueblo “contento“ que la habitará solo puede ser resultado de un acto divino portentoso Y estos "nuevos cielos y nueva tierra" que Dios/Elohim creará serán testigos de la permanencia de la descendencia santa de Abraham delante de YaHVéH, libre de temores y sobresaltos:


“Porque como los cielos nuevos

y la nueva tierra que yo hago

permanecerán delante de mí, dice YaHVéH,

así permanecerá vuestra descendencia

y vuestro nombre”.

Isaías 66:22


***


Asimismo, la actual emergencia climática no existirá cuando existan “nuevos cielos y nueva tierra”. El clima será restaurado:


“Vosotros también, hijos de Sión,

alegraos y gozaos en YaHVéH, vuestro Dios;

porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo,

y hará descender sobre vosotros

lluvia temprana y tardía,

como al principio.

(Joel 2:23-24)


Y se habrán obrado milagros creativos de restauración en la Sión glorificada que será el padrón de excelencia y gozo de un planeta renovado:


“Haré brotar ríos en los cerros desiertos

y manantiales en medio de los valles;

convertiré el desierto en ciénagas,

haré brotar arroyos en la tierra seca.

En el desierto plantaré cedros,

acacias, arrayanes y olivos;

en la tierra seca haré crecer

pinos juntamente con abetos y cipreses,

para que todo el mundo vea y sepa,

y ponga atención y entienda que yo,

el Señor, he hecho esto con mi poder,

que yo, el Dios Santo de Israel,

lo he creado."

Isaías 41:18-20


Y ante tanta Gloria derramada sobre la Gran Nación venidera las naciones romperán en alabanza:


“Porque así como nacen las plantas de la tierra

y brotan los retoños en un jardín,

así hará el Señor que brote su victoria

y que todas las naciones entonen

cantos de alabanza.

(isaías61:11)


***

En el mundo venidero/athid lavo será preeminente el pueblo santo ISRAEL DE DIOS/ESPOSA que habitará en Sión glorificada y estará sobre todas las naciones de la tierra. Y sucederá algo que en los parámetros que nos movemos hoy no podemos entender completamente, pero que la Palabra profética en forma reiterada y consistente señala como una de las características principales del reino milenario: la riqueza de las naciones fluirá hacia Sión:


"Porque así dice YaHVéH:

«He aquí que yo extiendo sobre ella

la paz como un río

y las riquezas de las naciones

como un torrente que se desborda"

(Isaías 66:12)


Y esto se afirma una y otra vez:


“Alza tus ojos alrededor y mira,

todos éstos se han juntado, vinieron a ti;

tus hijos vendrán de lejos,

y tus hijas serán llevadas en brazos.

Entonces verás, y resplandecerás;

se maravillará y ensanchará tu corazón,

porque se haya vuelto a ti la multitud del mar,

y las riquezas de las naciones

hayan venido a ti”.

(Isaías 60:4-5)


“Y mamarás la leche de las naciones,

el pecho de los reyes mamarás;

y conocerás que yo YaHVéH soy el Salvador tuyo

y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.

(Isaías 60:15-16)


Y más aun:


Tus puertas estarán de continuo abiertas;

no se cerrarán de día ni de noche,

para que a ti sean traídas

las riquezas de las naciones...”.

(Isaías 60:8)


esto en los términos del mundo materialista en que vivimos sería pronto llamado “imperialismo económico” o epítetos semejantes de la caída doctrina política que manejamos. Pero con seguridad no tendrá esa característica en un mundo que tendrá una naturaleza espiritual, NO material. Las naciones se gozarán en Sión y serán bendecidas por ella cuando lleven una parte de sus riquezas en Jerusalem, así como hoy el Altísimo bendice nuestra vida y nos prospera cuando diezmemos u ofertamos a favor de los santos en el templo.


La economía celestial nunca tiene suma cero. Cuando mas damos, mas tenemos de vuelta ya que estamos en la presencia de un Dios Creador que hace “nuevas todas las cosas" constantemente para sus benditos. De este modo las naciones que traigan ofrendas a la Sión venidera serán bendecidos abundantemente con prosperidad (este término sin duda tendrá una resonancia distinta en esos día que serán prósperos de por si), y felicidad.


***


Dice el Salmo 147:10:


“Alegraos con Jerusalén

y regocijaos por ella,

todos los que la amáis;

rebosad de júbilo con ella,

todos los que por ella hacéis duelo”


Esta es una Palabra para los que se duelen – nos dolemos - con los acontecimientos trágicos de la Jerusalem actual, tan desfigurada y lejana a la Jerusalem celestial venidera. Los que hoy por amor a Jerusalem se entristecen, pronto se gozarán, nos dice la Palabra profética. Del mismo modo se lee en Isaías 49:14-16 sobre la fidelidad eterna de YaHVéH a Sión representando a su pueblo:


"Sión decía:

'El Señor me abandonó,

mi Dios se olvidó de mí.'

Pero ¿acaso una madre olvida

o deja de amar a su propio hijo?

Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré.

Yo te llevo grabada en mis manos...”

Isaías 49:14-16


El presidente de Irán – Amadineyad – ha afirmado una y otra vez que el tiempo de Israel – el Estado de Israel en este caso – ha terminado y que será expulsado de su tierra - que es solo una parte de la tierra prometida a Abraham y Moisés -. Hay Palabra profética para estos aspirantes a usurpadores de un suelo que es "herencia perpetua" de YaHVéH para su pueblo:


“He hablado... en el fuego de mi celo contra las demás naciones y contra Edom (el Islam) las cuales, con mucho regocijo y enconamiento del ánimo, se disputaron mi tierra por heredad... Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de cargar con su desprecio. Pero vosotros, montes de Israel, daréis vuestras ramas y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel, porque están a punto de llegar” (Ezequiel 36:5-10)


El "regocijo y enconamiento de ánimo" contra Israel - aún contra el Estado de Israel que es una versión degradada del la Gran Nación/Reino venidero, y no tiene naturaleza espiritual - del que hacen gala muchos insolentes de hoy en día, se volverá contra ellos y tendrán que "cargar con su desprecio". Y será una carga pesada y eterna. Los que calumnian y codician la tierra de Israel y se frotan las manos pensando que el Estado de Israel está en debilidad y anuncian con desparpajo su extinción, y quieren tomar definitivamente esa tierra que es herencia de YaHVéH para su pueblo, tienen la Palabra profética que dice que en ella será establecida la Gran Nación/Reino israelita venidero que nacerá en un solo día para pasmo de sus enemigos. Y el territorio de la Sión venidera tendrá fronteras ampliadas mucho mas allá de las actuales, tal como fueron prometidas a Abraham y Moisés. Y en esa portentosa Gran Nación /Reino estarán completas las bendiciones prometidas a los creyentes de todos los tiempos - el pueblo santo/monte Sión (Hechos 12:22) - y todos los “afligidos de Sión” (Isaías 61:3) hallaremos consuelo, gozo y paz junto al santuario del Dios nuestro:


“Y haré con ellos un pacto de paz.

Será un pacto eterno...

Habitaré entre ellos,

y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Y cuando mi santuario esté para siempre

en medio de ellos, las naciones sabrán

que yo, el Señor, he hecho de Israel

un pueblo santo."

(Ezequiel 37:26-28)

***


Nota 1: la Palabra profética es como un foco que ilumina lo esencial y deja en penumbras lo que es accesorio a la esperanza de los redimidos. No sabemos cuales serán las naciones no-israelitas del mundo venidero/athid lavo (por lo pronto se nombran Asiria y Egipto). Ellas serán un resto que habrán sobrevivido a la terrible Ira del Cordero. De hecho, en Apocalipsis 21:24 - refiriéndose ya al estado eterno del Trono Blanco - se nos dice que habrá naciones “salvas”. Parece entonces que habrá dos tipos de nacionalidades en el mundo venidero/athid lavo:


1) un remanente de Jacob/Israel salvo, tomado de entre todas las naciones que tendrá un cuerpo glorificado – resurrecto – y será el pueblo santo/ISRAEL DE DIOS/ESPOSA DEL CORDERO llevado de retorno Sión de acuerdo a las promesas mesiánicas,

2) naciones no-israelitas salvas de la Ira, lo cual tiene muchas implicaciones escatológicas y – para mi - es una incógnita.


Y aún más: se nos dice que finalizados los 1.000 años del Reino mesiánico, Satanás será suelto de nuevo y seducirá a muchas naciones “que estarán en los cuatro ángulos de la tierra” y que avanzarán sobre el “campamento de los santos y la ciudad amada” lideradas por "Gog y Magog" (Apocalipsis 20:7-8). Y que esto resultará en la destrucción definitiva de los últimos rebeldes y de Satanás que las sedujo, en su último intento de corromper la Creación de Dios/Elohim. Es decir, habrá naciones no-israelitas seguramente en el mundo venidero/athid lavo que al final del milenio serán de nuevo seducidas por el Enemigo y atizadas contra la Gran Nación/Reino venidero.


Otra cosa también difícil entender de aquellos días, son los sacrificios de animales en el nuevo Templo del milenio para “expiación de pecado” (Ezequiel 42:13). Solo puede entenderse como expiación del pecado de las naciones no-israelita dentro del contexto de un orden divino mundial. Sin embargo Satanás no incidirá sobre ellas hasta el final de los 1.000 años, ya que estará encadenado en el Hades. Si habrá “expiación de pecado” en aquellos días se entiende que habrá libre albedrío en el milenio, posibilidad de obedecer o no en la gente de las naciones. Ya que el pueblo santo tendrá un corazón reformado y un cuerpo glorificado que no poda ser tentado.


***