los días amados de YaHVéH

En Jeremías 23: 5-6 leemos sobre esos días amados de YaHVéH:


“Vienen días, dice YaHVéH,
en que levantaré a David renuevo justo,
y reinará como Rey, el cual será dichoso
y actuará conforme al derecho
y la justicia en la tierra.
En sus días será salvo Judá,
e Israel habitará confiado;
y este será su nombre
con el cual lo llamarán:
"YaHVéH, justicia nuestra".


en ellos se reunirán las “dos familias” de YaHVéH: Judá e Israel(Efraín/Jacob) que anduvieron por caminos separados y a veces francamente opuestos. Y habrá un nuevo nombre para ese Rey dichoso y justo. Dice nuestro Señor "Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana", y Él es ese Rey venidero - el Hijo de David - que conoceremos con el nombre: "YaHVéH Justicia Nuestra". Dice así la Biblia RV95 con respecto al significado de ese nuevo nombre:

“YaHVéH, justicia nuestra”: otra posible traducción: “YaHVéH, victoria nuestra”. En este nombre simbólico se resumen todos los bienes prometidos para los tiempos mesiánicos. La palabra hebrea traducida por justicia incluye las ideas de rectitud y justicia, salvación y liberación”.

entonces “justicia” en hebreo es una palabra que no tiene una traducción completa y precisa en Español. Su significado expresa - nada menos - que un "resumen de todos los bienes prometidos para los tiempos mesiánicos" (¡waaw!). Y no es la única palabra hebrea que no encuentra traducción completa en las lenguas gentiles: "Shalom" - salud, prosperidad en los caminos de Dios, descanso, paz - es otra de ellas. Aquellos días serán entonces días de "Justicia" y Shalom" como se dice en el Salomo 85:10:


"La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron"


Sin duda este es el estado de la humanidad para el cual fue creado el hombre. En esa edad es que Él se regocijará con su pueblo. Y tan cierto es que ese día llegará para quienes Lo esperan, como el cumplimiento que hoy vemos de las “profecías apocalípticas” a que nos referimos en el inicio.


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Ahora bien: ¿en dónde están hoy las “tiendas de Jacob”? ¿En donde están los que esperan en el Mesías de Israel? ¿En donde están los “afligidos y cansados por la larga espera”? Pues en donde es invocado el Nombre sobre todo nombre, y que el apóstol Pablo llama “las iglesias de Cristo” en Romanos 16:16. Ellas son el aprisco planetario del remanente salvo de “Jacob”/“Efraín”, las “tiendas de Jacob” que el Siervo de Isaías 49:6 congregará de vuelta a Sión: las “ovejas perdidas de la casa de Israel” que nuestro Señor, el Gran Pastor, prometió rescatar y unir a las ovejas fieles de Judá en un solo redil. Y esto sucederá en el gran día de Jezreel (nota 1). Dice Oseas 1:10:


“Se congregarán los hijos
de Judá y de Israel,
nombrarán un solo jefe
y se levantarán de la tierra,
porque grande será
el día de Jezreel”


Es este llamado a los “cuatro vientos” de la tierra para congregar a su pueblo santo y retornarlo a Sión para reunir sus "dos familias" desavenidas (Jeremías 33:24) la profecía mas amada de YaHVéH. Es en ese momento que Él se regocijará de nuevo como el Esposo con su Esposa fiel provocando la paz y desterrando la ira en el mundo. Y junto a su pueblo/Esposa su bajará al Tabernáculo de Dios, el Nuevo Templo de Jerusalem. Dice Jeremías 30:18-19:


“Así ha dicho YaHVéH:
«He aquí yo hago volver a los cautivos
de las tiendas de Jacob,
y de sus tiendas tendré misericordia;
la ciudad será edificada sobre su colina,
y el palacio será asentado en su lugar.
Saldrá de ellos acción de gracias
y voz de nación que está en regocijo”.


Desde allí el Rey y Sumo Sacerdote del mundo venidero/athid lavo regirá a las naciones con justicia y forjara una paz duradera que hoy no solo no nos es posible alcanzar, sino tan siquiera concebir. Él nos dará mucho más de lo que queremos y soñamos.

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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"





el exilio de Juda y la promesa de restauración del Tabernáculo de David



El otro exilio, el del "Reino de Judá", tiene una historia mas conocida. Cuando se declaran los juicios sobre el Reino del Norte - bajo el reinado de Jeroboam II - la Palabra afirma que todavía los "judíos" caminaban con rectitud delante de YaHVéH (Oseas 1.7; 11:12). Pero unos años mas tarde cayeron también en apostasía y "Judá" se hizo merecedor de un juicio similar al de sus hermanos del norte. Así, en el año 587 A.C., el emperador babilonio Nabucodonosor captura Jerusalem y los judíos son llevados en cautividad a Babilonia. Sin embargo, a diferencia del exilio del "Reino del Israel", este exilio babilonio de Judá no sería sin memoria ni retorno. Por lo contrario los judíos conservarían sus costumbres y su identidad nacional y el anhelo de retorno a su patria y a Jerusalem. Y cuando ese retorno se hizo efectivo 70 años después los judíos - ya purificados de sus idolatrías - aparecieron ante los ojos del mundo como los únicos celosos guardianes de los oráculos de YaHVéH y de la identidad de ISRAEL, cuya rama mas populosa – la “casa de Israel” - permanecería oculta entre las naciones hasta estos días.


Pero si bien YaHVéH mantuvo un testigo histórico visible de su pueblo santo los traumas de la división (930 A.C.) y la mutilación (722 A,C,) del paradigmático reino davitico habían quedado sin resolución. Y la profecía comienza a hacer referencia a un Rey de la descendencia de David – el “Hijo de David” - que traería un Reino al final de la historia que cumpliría esa demanda pendiente de reunificación de “todo Israel”. Esto es lo que se llama proféticamente: “la restauración del Tabernáculo caído de David” (Amos 9:11, Hechos 15:16-18) que equivale al “Reino de los Cielos” de los evangelios.



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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"





Mesias de Israel, Señor de todos

En el año 722 A.C. el emperador asirio Sargon II completó el destierro del "Reino de Israel" profetizada por Oseas y Amos (Oseas 9:3). Los asirios instalaron primeramente a los cautivos "hijos de Israel" en "Halah, en Habor, junto al río Gozan, y en las ciudades de los medos" (2 Reyes 17:6; 18:11). Esto es la frontera norte/noreste del Imperio Asirio de entonces. Y vale recordar que los asirios llamaron a los cautivos con un nombre que despistó a los historiadores por mucho tiempo: "hijos de Omri”. Esto es muy diferente al nombre registrado en la profecía: "hijos de Israel"/ "casa de Israel"/"Efraín". Y así, la mayor parte de los pasajes del AT quedaron sin aparente respaldo histórico hasta que el descubrimiento del obelisco negro de Salmanasar III, en el año 1842, dio la pista del nombre con el cual la historia había registrado a la "descendencia de Israel" entre las naciones: “hijos de Omri”.

A partir de esta cautividad de los "hijos de Israel" en el norte/noreste de Asiria, y su posterior migración a los "cuatro vientos" de la tierra, la simiente de Abraham fue "zarandeada" y "mezclada" entre las naciones de modo que todas ellas acabarían entrando en el Plan de Redención de la "casa de Israel" cuando a ella le fue extendida la misericordia de YaHVéH y le fue enviado las buenas noticias/evangelio del Reino por medio de los apóstoles. De este modo el Mesías de Israel se convirtió en el Señor de todos (Hechos 10:36) los que, con independencia de su origen o raza lo recibieron en su corazón.

"deliciosas" luces asesinas



“He aquí que todos vosotros
encendéis fuego,
y estáis cercados de centellas:
andad á la luz de vuestro fuego,
y á las centellas que encendisteis.
de mi mano os vendrá esto;
en dolor seréis sepultados”.
Isaías 50:11


En este pasaje se hace un contraste entre las luces encendidas por los hombres, que los apabullan y rodean por todos lados, y el Siervo Sufriente que caminó en tinieblas sin ninguna luz durante su ministerio terrestre, y “aun así confió en YaHVéH” – como lo dice en el versículo anterior -.

Y dice que estas centellas artificiales encendidas por el hombre redundarán en su desolación:


“de mi mano os vendrá esto;
en dolor seréis sepultados”.


Es un potente antimensaje para estos días de luces pasajeras, tanto en el ambiente iluminado por miles de luces artificiales, como en los regalos electrónicos: “teléfonos móviles” y aparatos centellantes de todo tipo que encandilan con su vanidad.

Es sabido que la violencia en que vivimos - y que ya ha perdido sus límites – tiene su origen en la TV, los juegos electrónicos y de computadora, el cine y la sinergia infinita entre todos ellos potenciada ahora con los “teléfonos inteligentes” que integran todas esas funciones. Ellos son vehículos perfectos de pedofilia, de pornografía, de seducción malsana de todo tipo y sus destellos hacen sentir a jóvenes y no tan jóvenes que las barreras morales no existen en el “mundo nuevo” que promete la tecnología.

Pues bien, la Palabra nos advierte: “en dolor seréis sepultados”. En violencia domestica asesina, en violencia vana y desbordante de crueldad en las calles, en violencia mortal en el tránsito, en violencia en los espíritus, en violencia imparable en las escuelas y liceos, en conciencias cauterizadas que no distinguen el bien del mal. La “paz” tan invocada en estos días es imposible entre las centellas tecnológicas que hemos creado. En ellas no hay futuro y nos traspasarán de dolor y desolación. Son una comprobación más de que el fin de este mundo se acerca.

Asi las cosas, los creyentes vivimos en medio de densas tinieblas que tenemos que atravesar como el Siervo Sufriente lo hizo: confiando en que al final del túnel esta el bendito Reino de “YaHVéH Justicia Nuestra”, nuestra “viva esperanza. ¡Aleluya!, solo en Él tendremos descanso.

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La herencia planetaria de la simiente de Abraham

5) La herencia planetaria
de la simiente de Abraham.


Veamos por fin: ¿en que sentido la descendencia de Abraham recibirá "el mundo por herencia"?.

La Palabra contiene afirmaciones difíciles de entender dentro de los parámetros de hoy. Por ejemplo en Isaías 60:5 se afirma que el retorno de los redimidos a Sión – lo que hemos llamado el Éxodo Mayor de Israel - estará acompañado de la riqueza de las naciones:

“Tú, al verlos, estarás radiante de alegría,
tu corazón se llenará de gozo;
te traerán los tesoros
de los países del mar,
te entregarán las riquezas de las naciones.
Isaías 60:5

Y mas adelante lo confirma:

“para traer tus hijos de lejos,
su plata y su oro con ellos”
Isaías 60:9

Pero esto no debiera asombrarnos mas que el hecho que en el primer éxodo – el de Egipto – también los israelitas salieron llevando la riqueza de Egipto:

“Los sacó con plata y oro
y no hubo en sus tribus enfermo”.
Salmo 105:37

Dice también Éxodo 12:36:

“YaHVéH hizo que el pueblo se ganara
el favor de los egipcios,
y estos les dieron cuanto pedían.
Así despojaron a los egipcios”.

De modo que el Éxodo Mayor, de algún modo, estará acompañado de la riqueza de las naciones – no sabemos los detalles de como esto será, naturalmente - .

Pero además, habrá de algún modo una contribución por “vasallaje”. ¿No es nuestro Señor Rey de reyes y Señor de señores? ¿No se presta vasallaje al Rey? Eso es lo que parece indicar, ya en el Estado Eterno, Apocalipsis 21:24:

“Las naciones que hayan sido salvas
andarán a la luz de ella
y los reyes de la tierra traerán
su gloria y su honor a ella"

En donde algunas traducciones sustituyen “gloria y honor” por “riquezas”. Esta es la herencia universal que recibirá el remanente salvo de la descendencia de Abraham. Lo que también puede entenderse como un tributo al Templo universal:

“Vosotros seréis llamados
sacerdotes de YaHVéH...
Comeréis la riqueza de las naciones
Y con su gloria seréis enaltecidos”
Isaías 61:6

Estamos hablando de una nueva edad, con valores tan diferentes entre si como lo fue el Imperio Romano postrero de la llamada “Edad Media” que lo sustituyó. Ninguna escala de valores coincidía entre uno y otro. Con las piedras de los caminos romanos, que era el orgullo de ese imperio y la columna vertebral de su poder, se construyeron templos y monasterios dedicados a un Dios que los romanos no conocieron y que era el centro de esa nueva edad que lo sucedió. A este cambio radical llama la Escritura “nuevos cielos y nueva tierra” sin los cuales el reino mesiánico/athid lavo no podría existir. Con este nuevo espíritu debemos entender por ejemplo:

“Mamarás la leche de las naciones,
el pecho de los reyes mamarás;
y sabrás que yo, YaHVéH, soy tu Salvador,
tu Redentor, el Fuerte de Jacob”.
Porque te extenderás.
Isaías 60:16

Y también esto:

“Porque se acordó de su santa palabra
dada a Abraham su siervo,
y sacó a su pueblo con alegría,
y a sus escogidos con gritos de júbilo.
También les dio las tierras de las naciones,
y poseyeron el fruto del trabajo de los pueblos,
a fin de que guardaran sus estatutos,
observaran sus leyes. ¡Aleluya!”
(Salmo 105:42-45)

Es que si levantamos nuestra vista podemos ver lo que da Dimensión y Sentido a estas cosas, la piedra “más alta” que todos nosotros, la piedra angular del edificio del Reino mundial venidero:

"Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.
Pídeme que te dé las naciones como herencia
y hasta el último rincón del mundo en propiedad,
y yo te los daré".

Confirmado en el Salmo 82:8:

“¡Levántate, Dios, juzga la tierra,
porque tú heredarás todas las naciones!”

Todas las naciones de la tierra serán bendecidas en la Simiente de Abraham (Gálatas 3:16) - el Hijo/ Mesías de ISRAEL - ¡que las recibirá como herencia de parte del Padre!. Y Refiriéndose al gozo de las naciones con su REY universal se dice:

“Acontecerá en aquel tiempo
que la raíz de Isaí,
la cual estará puesta
por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes
y su habitación será gloriosa”.
Isaías 11:10

Y en Isaías 62:2:

“Entonces verán las naciones tu justicia
y todos los reyes tu gloria...”


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Tomado del libro:
"Estruendo en las Naciones"



el arbol recio de la historia




EL PRIMERO
Y EL ÚLTIMO



Dice Isaías 41:4 hablando a pueblos lejanos:


"¿Quién ha realizado esta obra?
¿Quién, desde el principio,
ha ordenado el curso de la historia?
Yo, el Señor, el único Dios,
el primero y el último".


Aquí Dios/Elohim nos dice que Él es Quien “ha ordenado el curso de la historia” y es “el primero y el último”. Él afirma entonces con rotundidad que tiene el control de la historia y que la va a llevar infaliblemente a su culminación. Podemos concebir “dioses” ajenos a la historia, que se manifiesten en un plano únicamente espiritual, pero este NO es el caso del Dios de la Biblia. Mas adelante, en Isaías 46:9-10 leemos:


"...porque yo soy Dios...
que anuncio lo por venir desde el principio,
y desde la antigüedad lo que aún no era hecho;
que digo: ‘Mi plan permanecerá
y haré todo lo que quiero’”



y en seguida agrega:


“lo he pensado, y también lo llevaré a cabo".


El evangelio entonces, para provenir del mismo Dios que hace afirmaciones tan rotundas, debe de ser coherente con la totalidad de la palabra profética, esto es, debe de tener raíces firmes y evidentes en todo el texto bíblico, sin reticencias ni “reinterpretaciones”. Ha de poderse visualizar pasado, presente y futuro del relato bíblico como una continuidad indisoluble a semejanza de un árbol recio que muestra su tronco como consecuencia evidente de sus raíces cuya existencia notoria se anuncia en su base. En un árbol así, que nos conmueve por su fortaleza, lo que se ve nos hace presumir la solidez de lo que no se ve, tal como lo pone en evidencia los dibujos de árboles con sus raíces que mostramos al principio. Los celtas dedicaban una atención muy especial a los árboles, de algún modo eran el centro de su cultura. Y en su representación visualizaban siempre sus raíces, ya veremos quizás mas adelante porqué. El caso es que si en el Dios que nos revela el evangelio no advertimos la misma divina obstinación en el cuidado por el cumplimiento de Su Propósito que percibimos en el Dios del AT, o pensamos que son en algo diferentes en Sus objetivos – cuando se trata Del Mismo Dios - entonces no podremos llegar a percibir el coronamiento final de la historia como una consecuencia evidente y necesaria de un Propósito que atraviesa milenios y que ha dejado mojones inamovibles a través de los tiempos marcando el camino.

Y en estos días urgentes en que todos los parámetros y paradigmas que modelan la sociedad parecen ser sustituidos o puestos en entredicho a una velocidad de vértigo, y cuando el hombre de la calle se pregunta no sobre lo que sucederá de aquí a diez años, sino de aquí a tres meses, sería bueno decirle que existe NO un sorprendente nenúfar predicado muchas veces confusamente, sino un árbol recio representativo de la verticalidad del Propósito de Dios en la historia, que hunde sus raíces en ella y a cuya sombra podemos acogernos.


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Y efectivamente - ¡gloria a Dios! – ese árbol existe y su raíz mas profunda se hunde hasta el año 2.000 años A.C. Dice Génesis 17:1-7:


“No te llamarás más Abram,
sino que tu nombre será Abraham,

porque te he puesto por padre
de muchedumbre de gentes.
Te multiplicaré en gran manera,

y de ti saldrán naciones y reyes"


Estas palabras se las dirige Dios/Elohim – YaHVéH – a “Abram”– mas tarde Abraham – nacido en Ur de los caldeos y llamado a trasladarse por fe a una tierra que no conocía, en ese momento con 99 años. Y en ellas se inicia el Propósito de Dios/Elohim en la historia de las naciones. Antes había habido un período de gobierno del hombre por el hombre que terminó en un enorme caos social que llevó a Dios/Elohim a decretar un Diluvio catastrófico para permitir un nuevo inicio. ¿Cómo intervenir ahora en los acontecimientos históricos para dirigir a la historia a un final bendito y a la vez respetar el libre albedrío de Sus criaturas? Este Plan- nuestro árbol/Propósito - comienza a develarse a partir de esta declaración solemne de YaHVéH a Abram – “padre enaltecido” – que ahora sería rebautizado “Abraham” – “padre de una muchedumbre de gente” -. A partir de allí el Propósito de Dios/Elohim se abriría paso a través de la historia tejiendo la trama de los eventos mundiales en forma misteriosa, produciendo hechos a veces portentosos y otras pequeños y ocultos, pero igualmente indispensables para mantener el rumbo elegido.

Entre las palabras dirigidas a Su electo Abram las finales nos hacen antever la grandeza y enjundia del Propósito que Dios/Elohim inauguraba: “te multiplicaré en gran manera y de ti saldrán naciones y reyes” ¿No son estas dos categorías transversales básicas de la historia: gobernantes y gobernados? Pues dice la Promesa que habrá pueblos y habrá gobernantes surgidos de la descendencia de Abraham. Y véase que no se habla aquí de “una nación y un rey o linaje real”, sino de “muchas” naciones y “muchos” reyes. Y para confirmar este Propósito luego YaHVéH dice de Sarai/Sara, la esposa de Abram/Abraham:


“vendrá a ser madre de naciones;
reyes de pueblos nacerán de ella"

(versos 15 y 16).


Y para remate Dios/Elohim hace algo que nos debería llenar de santo temor: ¡jura por Si mismo! y dice a Abraham:


“multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo
y como la arena que está
a la orilla del mar”


esto muestra una obstinada determinación de hacer surgir de la prole de Abraham una descendencia que no se pudría contar, ¡¡infinita!! Y agrega:


“tu descendencia se adueñará
de las puertas de sus enemigos"



Y aquí aparece otro perfil transversal de la historia: victorias y derrotas. Naciones dirigidas y naciones dirigentes. Y para las naciones surgidas de la descendencia de Abraham se profetiza el triunfo final sobre sus enemigos.


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Tomado del libro:

"ESTRUENDO EN LAS NACIONES"





EL
MISTERIO

DE LAS
DOCE ESTRELLAS

Hay un misterio histórico inexplicado – otro más – que queda de pronto resuelto: la conversión de los pueblos fundacionales de Europa al evangelio. ¿Cómo es que estos pueblos abandonaron tan fácilmente a sus dioses y se volvieron a un
Dios que se manifestó en un pequeño territorio que muchos no sabían con certeza en donde se encontraba, o solo lo sabían de oídas? ¿No es extraño esto? Esta multitudinaria conversión de pueblos trashumantes y guerreros ¿se habrá debido solamente al poder de convicción de los apóstoles y misioneros cristianos? ¿No es esto difícil de creer esto? ¿Y cómo fue que permanecieron en el evangelio con ardor creciente en sus corazones a lo largo del tiempo hasta convertirse en la cuna del cristianismo? Es comprensible que los árabes se convirtieran a la fe de Mahoma, porque éste era árabe. O los hindúes al budismo, porque Buda era Hindú. ¿Pero porque los pueblos fundacionales de Europa aceptarían declarar “Rey de reyes y Señor de señores” al Mesías de una nación lejana y desconocida? La historia corriente no de respuesta a esta pregunta. Dijo el Maestro a sus doce enviados/ apóstoles:


"A estos doce envió Jesús,
y les dio instrucciones diciendo:
'Por camino de gentiles no vayáis,
y en ciudad de samaritanos no entréis,
sino id antes a las ovejas perdidas
de la casa de Israel'
Y yendo, predicad, diciendo:
"El reino de los cielos se ha acercado".
Mateo 10:5-7


Y en el libro de los Hechos:


"Dios envió mensaje a los hijos de Israel,
anunciando el evangelio de la paz
por medio de Jesucristo;
éste es Señor de todos".
Hechos 10:36


Por eso el evangelio prendió rápidamente en el corazón de la inmensa muchedumbre de los pueblos fundacionales de Europa: porque ellos eran los “hijos de Israel”/”casa de Israel” a quienes les fue enviado el evangelio. El único apóstol enviado a los “gentiles” fue Pablo, elegido como “instrumento escogido” para cumplir una misión específica diferente a la de los doce. La misión de Pablo era un complemento de la de “los doce” para hacer efectiva la encomienda al “Siervo e YaHVéH”/Jesús explicitada en Isaías 49:6: ser “luz” a las naciones. Y el caso es que aún el apóstol Pablo sabía cual era el cauce central de la misión apostólica, según lo confesó públicamente en el juicio ante el rey Agripa:


"Y ahora, por la esperanza de la promesa
que hizo Dios a nuestros padres
soy llamado a juicio;
promesa cuyo cumplimiento
esperan que han de alcanzar
nuestras doce tribu”
(Hechos 26:6)


¿No cambia esta declaración de Pablo la perspectiva corriente del evangelio? ¿No lo incluye en un contexto que no sospechábamos?

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Tomado del libro:
"Estruendo en las naciones"