¿has probado a los que dicen ser apóstoles?




En Apocalipsis 2:2, nuestro Señor - Él que tiene las siete estrellas en su diestra - se manifiesta al apóstol Juan y le pide que escriba una carta al ángel de la iglesia de Efeso. Esta carta comienza así:


"Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia;
y que no puedes soportar a los malos,
y has probado a los que se dicen ser apóstoles,
y no lo son, y los has hallado mentirosos"


Es decir que los que “dicen ser apóstoles, y no lo son" no es de hoy, viene de lejos.


*los cimientos, no el techo


Los apóstoles son - junto con los profetas (nota 1) - los fundamentos de la iglesia de Jesús/Yeshua. En el capitulo 21 de Apocalipsis se describe a la Nueva Jerusalem - que baja como Esposa del cielo - con 12 (doce) fundamentos, cada uno con el nombre de un apóstol del Cordero. Hoy estamos en el fin de la dispensación de la las iglesias de Cristo, es decir, en el tejado del edificio que comenzaron a construir los apóstoles. Y no se pueden volver a poner los cimientos que ya fueron puestos, ni cambiarlos, ni mejorarlos, ni “refundar” nada. Dice el apóstol Pablo:


"Conforme a la gracia de Dios
que me ha sido dada,
yo como perito arquitecto
puse el fundamento"
(1 Corintios 3:10).


¡Ya está! el fundamento fue puesto para siempre y ahora "mire cada uno como edifica".


* temerosos de Dios, grandes y pequeños.


En Apocalipsis 11:18 se nos dice a quienes nuestro Señor dará los galardones en su venida:


"Y se airaron las naciones,
y tu ira ha venido,
y el tiempo de juzgar a los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
a los santos, y a los que temen tu nombre,
a los pequeños y a los grandes"


Entonces hoy - vistas desde el Cielo - existen tres categorías en el pueblo santo a la espera del Gran Pastor: 1) profetas y 2) pueblo santo 3) y los que tienen temor de Dios; grandes y pequeños. Y esta última clasificación: temerosos de Dios, grandes y pequeños se refiere Apocalipsis 19:5 y el Salmo 115:13.


"Y del trono salió una voz que decía:
«Alabad a nuestro Dios
todos sus siervos, y los que lo teméis,
así pequeños como grandes"

"Bendecirá a los que temen a YaHVéH,
a pequeños y a grandes"


Pero no se nombra en estos pasajes a “los apóstoles” modernos guiando al pueblo santo. De modo que la llamada “renovación apostólica” es ignorada en los cielos. Y en la tierra tiene todas las señales del orgullo espiritual, que no solo nada tiene que ver con el temor de Dios, sino que es mas bien exactamente lo contrario: la apropiación indebida del rebaño y el entendimiento interesado de la Palabra.


Los apóstoles ya fueron enviados a las "ovejas perdidas de la casa de Israel" - los "hijos de Israel" - y las naciones hace 2.000 años . Y bien que cumplieron su tarea. Ahora NO estamos en tiempo del "ir" - salvo a obras misioneras, lo mas similar al ministerio apostólico - sino de "cosechar", y de prepararnos para “retornar” a Sión. No hay obra apostólica a realizar, como no sea dar continuidad de la ya realizada, edificar sobre los cimientos ya establecidos, utilizando para eso los multiformes dones que le fueron donados a las iglesias de Cristo luego de que Él subiera a la diestra del Padre.


* nombrados solamente por Jesús/Yeshua


En Lucas 6:12-15 se cuenta así el proceso de elección de los doce apóstoles:


"En aquellos días él fue al monte a orar,
y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día,
llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos,
a los cuales también llamó apóstoles:
a Simón, a quien también llamó Pedro,
a Andrés su hermano, Jacobo y Juan,
Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás,
Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,
Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote,
que llegó a ser el traidor”.
(Lucas 6:12-15).


¿A quienes Jesús/Yeshua llamo “apóstoles” entonces?: pues a quienes escogió en aquella noche de oración. Solo a ellos - y a dos excepciones a las que me refiero en el anexo - . No esta establecido en ningún lado que haya orado otra noche para escoger nuevos “apóstoles” para reforzar el cuerpo apostólico elegido en aquella noche. Son “12” (doce), y este numero habla del gobierno celestial, propio del Rey de reyes y Señor de señores - al que se le agregó uno más con una misión muy específica: Saulo/Pablo, a lo que me refiero en el anexo - .


* el tiempo de la la elección y el de los dones.


El cuerpo apostólico/enviados surge entonces de una elección personal de Jesús/Yeshua de doce discípulos – que lo habían acompañado desde el principio - a la que luego el Espíritu Santo luego confirma y reviste con poder de lo Alto. Pero sin haber sido escogidos primero por una elección personal del Maestro nadie puede ser su enviado/apóstol. No hay apóstoles “del Espíritu Santo”, sino solo enviados/apóstoles de Jesús/Yeshua revestidos por el Espíritu Santo. Esto es: los doce apóstoles fueron primero nombrados enviados/apóstoles por Jesús/Yeshua – con las dos excepciones a las que nos referimos en anexo - y cincuenta días después de la muerte de nuestro Señor todos fueron revestidos de poder de lo Alto menos Judas que lo traicionó.


Pero la elección personal por parte de nuestro Señor precedió al revestimiento de Poder. Del mismo modo que un grupo de soldados en una peligrosa misión líneas adentro del enemigo recibe armas de ultima generación los apóstoles recibieron la llenura de Espíritu en el Pentecostés. Y estas fueron las "señales de los apóstoles":


“Con todo, las señales de apóstol
han sido hechas entre vosotros en toda paciencia,
por señales, prodigios y milagros”
(2 Corintios 12-12)


Esto es, los apóstoles fueron revestidos de muchos dones: palabra infalible - la "doctrina de los apóstoles" -, sanidad, resurrección de muertos, señales prodigiosas, etc... Pero la misión apostólica es primero una encomienda: "id a las ovejas perdidas de la casa de Israel" y luego un revestimiento de Poder de lo Alto para ejecutar esa encomienda. Y esta encomienda incluye no solo “ir”, sino poner los fundamentos de la iglesia de Jesús/Yeshua en aquellos lugares a donde fueron enviado: nombrar sus autoridades, resguardar su doctrina de desvíos, edificar el carácter de los santos etc. Hoy, los autollamados "apóstoles" son falsos en su forma de elección y notoriamente carecen de las "señales de apóstol"


* confusiones semánticas.


Ahora bien, en estas cosas hay también un problema semántico, ya que “apóstol” es la palabra griega para “enviado” y es una palabra de uso múltiple. Por ejemplo, si una iglesia mandaba un mensaje a otra lo hacia mediante un "mensajero" que debía de ser un hermano de buen testimonio con gran confiabilidad, esto era un apóstol/mensajero de la iglesia tal para la iglesia cual. Es la misma palabra en griego, pero se refiere a cosas diferentes.


También en nuestros días se habla por ejemplo de José Martí como el "apóstol de Cuba". Y era masón. Muchas veces se utiliza esa palabra para indicar a alguien que defiende con celo o defendió hasta la muerte un ideal. Y pueden ser que estas personas tengan una gran entrega personal, y eventualmente de nobles ideales, pero convengamos que son “apóstoles" del punto de vista bíblico. Es decir, hay una confusión semántica y un exceso del lenguaje vinculado a esta palabra que facilita la confusión imperante hoy entre algunos hermanos. Pero no puede haber confusión en los siervos.


* "como condenados a muerte"


Por ultimo, los apóstoles eran – o se tornaron en - personas muy especiales, únicas. Cuando Jesús/Yeshua levanta a Pablo le dice: "yo le mostrare cuanto le es necesario padecer por mi nombre". Y así, todos los apóstoles murieron martirizados habiendo dado muestra de humildad heroica a lo largo de su esforzado ministerio – siempre en contextos de persecución - y sellando su misión con su muerte. Hoy no existe este tipo de carácter “heroico en el Señor”, o por lo menos no existe en el llamado movimiento de “renovación apostólica”. Los siervos que hoy se hacen llamar "apóstoles" demuestran quizás mucho zelo por la obra, mucha adrenalina, pero poco entendimiento profético de los tiempos que vivimos. Y la humildad heroica de aquellos doce apóstoles del Cordero es sustituida hoy - las más de las veces - por orgullo espiritual, que es la antesala de la caída o el vaciamiento del Espíritu. Veamos como se refieren a si mismos los apóstoles verdaderos:


“Pues me parece que a nosotros, los apóstoles,
Dios nos ha puesto en el último lugar,
como si fuéramos condenados a muerte.
Hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo,
para los ángeles y para los hombres”.
1 Corintios 4:9


Esto está muy lejos del obvio afán de notoriedad y pretensiones desmedidas que manifiestan los que hoy se hacen llamar "apóstoles". Con seguridad serían mejores siervos si recuperaran la humildad perdida. Incluso volverían a tener revelación del Espíritu y aliento en su corazón, que son sus principales pérdidas.

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Anexo


El apóstol Pablo fue electo luego de los doce – no en la noche de oración - en condiciones muy particulares. Pero el también fue escogido personalmente – “instrumento escogido” dice la palabra - para ser enviado y tuvo bien delimitad su misión. El Señor le indicó a Ananías, un cristiano fiel que vivía en Damasco:

"Ve, porque instrumento escogido
me es éste, para llevar mi nombre
en presencia de los gentiles, y de reyes,
y de los hijos de Israel".
(Hechos 9:15)

Y a esta misión de Pablo con tres objetivos: gentiles, reyes, e hijos de Israel, nos referimos en otros estudios.


Y en el caso de la elección del apóstol que debía sustituir al traidor Judas hay una variante en el formato de su elección pero esta excepción a la regla hace aún mas evidente la imposibilidad de nombrar apóstoles hoy. En efecto, ese caso especial el cuerpo apostólico se reunió y estableció los siguientes requisitos para que un hermano pudiese ser postulado a la elección del Espíritu:


“Es necesario, pues, que de estos hombres
que han estado juntos con nosotros todo el tiempo
que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,
comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día
en que de entre nosotros fue recibido arriba,
uno sea hecho testigo con nosotros,
de su resurrección.

Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás,
que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías”.
(Hechos 1:21-23)


Es decir: para poder alguien ser postulado a integrar el cuerpo de los doce en sustitución de Judas, era necesario 1) haber acompañado el ministerio de Jesús/Yeshua del principio al fin, y 2) ser testigo presencial de Su resurrección. Y solo dos discípulos cumplieron con un requisito tan estricto: Barsabás el Justo y Matías. ¿Pocos no?. ¿Habrá alguien hoy que pueda calificar?

Digamos por último algo que puede ser considerado un misterio: las doce tribus de Israel, en realidad eran trece. Ya que Jose se desdobla en sus dos hijos: Efraín y Manasés.

Del mismo modo el cuerpo apostólico del Cordero que también esta marcado por el número doce, son trece, por la adición del apóstol Pablo.

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