El exilio de las 10 tribus del norte comienza por la campaña de Tiglaz Pileser III en el año 745 A.D. y acaba con la conquista de Sargón II de la capital del norte de Samaria en el año 721 A.D.
En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah, en Habor, junto al río Gozan, y en las ciudades de los medos (2 Reyes 17:6 & 18:11).
Según la historia, las ciudades asirias adonde fueron transplantados los israelitas del norte (Efraín) se convirtieron más adelante en partes de los pueblos escitas, que posteriormente se establecieron en Europa y en el oeste.
Por ello y según se dice en Mateo 10:23, tal y como fue profetizado por Yahshúa, cada una de las ciudades de la tierra se convertirán en ciudades de Israel, puesto que muchos, si no la mayoría, de sus habitantes formarán parte de las grandes poblaciones de aquellos que descienden de ambas casas. En este mismo versículo Yahshúa confirma esta asombrosa verdad, profetizando y recordando a Sus talmidim (discípulos) que tendrán una extensión tan grande que cubrir en su misión que cuando regrese el Hijo del Hombre, todavía estarán ocupados predicando el evangelio
"Porque de cierto os digo que de ningún modo acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre." En otras palabras, nuestro Padre celestial considera a París, Londres, Hong Kong, Teherán, Beirut, Tokio, Nueva York, Boston, Filadelfia, etc. etc., todas ellas, como ciudades de Israel.
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El profeta Oseas fue enviado exclusivamente al norte, justo antes de su cautividad asiria. En Oseas 1:1-9 el profeta le dice al Israel de Efraím, o a la casa de Israel, que su reino va a tocar a su fin y que no serán más el pueblo de YAHWEH y que YAHWEH no tendrá compasión de ellos y dejará de ser su Elohim. Pero, de manera milagrosa, en Oseas 1:10, el mismo pueblo vuelve a aparecer o a nacer de nuevo, esta vez no como una nación corporativa, sino como individuos que se han convertido en hijos que han regresado a YAHWEH. Eso significa que el Israel de Efraím está destinado a producir los millones o incluso los billones de hijos llenos del Espíritu de YAHWEH para Yahshúa, prometidos a los patriarcas.
Esta verdad ha sido confirmada en Oseas 1:11 y vemos que el judío y el efraimita, ambos, serán salvos por medio del mismo Rey. Oseas 2:22-23 confirma esta gran verdad.
En Oseas 2:11 se profetiza que una vez que la casa del norte de Israel fuese dispersada por Asiria perdería totalmente su identidad porque YAHWEH haría que se olvidasen del Shabbat, de las moedim (fiestas) y de las Rosh Chodesh (lunas nuevas). El apartaría esas señales visibles del israelismo de El a fin de facilitar su asimilación entre los verdaderos gentiles. En su estado de asimilación como gentiles, se referirían a YAHWEH como Baal, ¡qué significa señor en castellano! Esta verdad la hallamos en Oseas 2:16, 17. Pero cuando regresen a YAHWEH, por medio del Mesías, dejarán atrás los nombres del cristianismo gentil paganizado y comenzarán a conocer y a llamar a YAHWEH "Ishi" que significa mi esposo
Moshe Rabainu profetizó acerca de la diáspora efraimita en Deuteronomio 33:16-17. En el 33:16 dice que Efraím estaba siempre separado de sus hermanos y en el 33:17 reitera la condición de Efraím, como el primogénito eterno, pero al mismo tiempo testarudo o constante. A continuación describe, sorprendentemente, a Efraím como el unicornio, que es el único miembro de la especie de los caballos, que tiene un solo cuerno, simbolizando que cuando Efraím experimente su aún futura diáspora en el 721 A.D., sería echado de Israel sólo (un solo cuerno), sin su hermano Yahudáh (Judá).
Si no han sido destruidos y una de las misiones de Yahshúa era hallarlos en su herencia desolada y reconstruir el Tabernáculo de David, ¿dónde cree usted que se encuentran muchos de ellos en la actualidad? ¡Así es efectivamente, son en muchos casos sus hermanos creyentes, que no son judíos, según dice Oseas 2:1. ¡Despierta Israel de tu sueño, deja de dormir y la verdad te hará libre!
Oseas 12:1 y Oseas 13:15 nos ofrecen claves bíblicas muy poderosas en lo que se refiere a la localización actual del Israel de Efraím dispersado. La Palabra afirma que Efraím se alimenta del viento, lo cual significa que está siendo sacudido por todo el globo y sigue al viento del este. Sabemos que el viento del este sopla hacia el oeste. Zacarías 10:8-9 dice que YAHWEH le silbará a Efraím y les llamará de las naciones occidentales donde han sido sembrados.
Yair Davidy llegó a las siguientes conclusiones, bien documentadas, a partir de fuentes talmúdicas, históricas y arqueológicas. Efraím acabó en Gran Bretaña, Manases en USA, Rubén en Francia, Simeón en la Europa celta y judía, Levi a dondequiera que fuesen los judíos, Yahudáh (Judá) fue a todas partes, Isacar acabó en Suiza y en Finlandia, Zebulón en Holanda, Gad en Suecia, Asher en Escocia, Benjamin con los judaitas en Bélgica, en Normandia y en otros lugares, Dan con los daneses y los celtas de Europa y Neftalí con los noruegos en Noruega. Como puede usted ver claramente, ambas casas fueron prácticamente a todas partes, aunque Yahudáh (Judá) tuvo mas éxito en mantenerse unido.
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A esa reunificación gloriosa de ambas casas se le llama el Día de Jezreel, que significa literalmente la reunificación y ¡el plantar de nuevo lo que había sido anteriormente desarraigado!
YAHWEH no dijo que fuese a traer de regreso al Israel judío y dejar al Israel Efraím en las tierras del norte. Más bien dice en Jeremías 3:17-18, que traerá a ambas casas de regreso en los últimos días. Puesto que ambas casas regresan es evidente que ambas casas existen aún.
Oseas 14:6 dice que el Efraím que regresa y se arrepiente será una vez más parte del olivo de Israel. Esto es algo que confirma el Rav Shaúl en Romanos 11:16, llamando al regreso de los efraimitas las ramas del olivo silvestre (paganizadas).
Ezequiel 36:15-38 confirma el hecho de que el reino del norte se convirtió en gentiles entre las naciones. Estos versículos también sirven para echar luz sobre el hecho de que no se menciona a Yahudáh (Judá) puesto que en los tiempos de Ezequiel, es decir, el 500 a. de C. ,Yahudáh (Judá) sólo había conocido la dispersión Babilonia, no la global. En los tiempos de los escritos proféticos de Ezequiel el único segmento de Israel que había conocido la dispersión global era la parte del norte o la casa de Israel.
Por lo tanto, está por encima de toda duda que el Israel de Efraím, y en menor grado el Israel judío, se encuentra perfectamente a salvo en nuestros días, como lo ha estado en cualquier otra época, y está, sencillamente, siendo tamizado, sobre una base individual hasta que Yahshúa los traiga de regreso al Israel del Nuevo Pacto uno por uno.
El proceso gradual y progresivo comenzó en el Calvario el día en que murió Yahshúa y culminará cuando regrese con el comienzo del Reinado de YAHWEH en la tierra. ¡Aleluya
Al comienzo del estado moderno de Israel, que tuvo lugar en 1948, David Ben Gurion reunió a 49 expertos judíos con el fin de decidir quién era judío y apto para regresar a Israel bajo la nueva ley de retorno a Israel y surgieron 49 opiniones diferentes! La conclusión sobre todo el asunto fue el famoso comentario de Ben Gurion, fruto de la frustración con los rabinos, según los cuales un judío "¡era cualquiera que afirmase serlo!"
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En Jeremiah 50:4, podemos comenzar a entender el itinerario profético de la PLENA Y TOTAL RESTAURACIÓN de las dos casas.
HaAdón Yahshúa después de su resurrección (Hechos 1:6-7) dice que el reino le será restaurado a Israel en un tiempo todavía FUTURO (lo que prueba que las 12 tribus no se habían reunido). Él también da a conocer a sus talmidím/discípulos que ellos no habían sido elegidos por el Padre Yahweh para saber los tiempos y épocas en las que esto se cumplirá plenamente.
Así que aunque el Rey Yahshúa no le dijo a Su propia generación el tiempo de este colosal evento, sin embargo les dijo cómo lograr el efecto deseado en Hechos 1:8. Por 50 generaciones, (de Yahshúa hasta ahora) el nombre del juego era restaurar a Israel mediante la Gran Comisión.
En Daniel 12:4, Daniel profetizó que los misterios de la revelación profética serían abiertos y prontamente entendidos por los creyentes que vivan EN LOS ÚLTIMOS DÍAS o en el tiempo del fin. Ap. 22:10 confirma el hecho de que la reunión profética del Israel nacional ya no está bajo sello para nosotros, como lo estuvo para generaciones anteriores.
Nosotros, por otra parte, somos los beneficiarios del conocimiento NO SELLADO de los últimos días que nos capacita para percibir con gran precisión el tiempo de este evento cósmico, junto con la unción para declararlo. Este entendimiento no era para los 12 talmidím/discípulos sino que es para nosotros.
Hoy podemos conocer la época a la que no tuvieron acceso los 12 talmidím/discípulos. Yahshúa, que ocultó esa época, ha escogido y ordenado ahora revelar esa época. Oseas 14:6, nos recuerda que Israel será una vez más un retoño saludable y un hermoso olivo en los tiempos del fin.
Estos son esos tiempos mesiánicos. Jeremiah 50:4-6 nos dice en el verso 6, que el rebaño de Israel será recogido por Yahweh Mismo, ya que los pastores humanos los han extraviado del Monte Sión hacia todas las colinas religiosas que fueron hechas por el hombre y no son confiables.
Efraim/Israel solía pensar que el camino de regreso a Sión era mediante convenciones, fiestas de gracias, bautismos forzados y lujosas cruces. Judah solía pensar que el camino de regreso a Sión era mediante mitzvot (buenas obras, mitzvot y más mitzvot, o ¡Toráh, Toráh, Toráh!) Ahora las dos casas están en el pleno movimiento de las etapas tempranas de identificación para arrepentimiento. Yahshúa, el único camino de regreso a Sión, es la cabeza declarada sobre las dos casas arrepentidas (Oseas 1:11).
Las profecías hablan todas de un despertar simultáneo (Isaiah 11:12-13).
Él ha prometido establecer el Monte Sión en los últimos días en Israel, para su nación remanente redimida (Miqueas 4:7-8).
Jeremiah 50:8 enseña que ambas casas en los primeros días de su reunificación saldrán juntas de la tierra de los caldeos, es decir, Babilonia.
Hay una tierra de Babilonia literal de los últimos días, con 20 señales irrefutables de que Estados Unidos de América es la tierra de Babilonia de los últimos días.
El profeta Amós deja este hecho aún mas claro, dejando de nuevo constancia de las palabras mismas del SEÑOR (YHVH): "He aquí los ojos de JaShem el Señor están contra el reino pecador [la Casa de Israel del norte], y yo los asolaré de la faz de la tierra, mas no destruiré del todo la casa de Jacob dice el Señor JaShem. Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandedada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra." (Amós 9:8-9).
La imagen consistente que captamos en los Profetas es que cuando llegue el momento de esta reunificación masiva estos israelitas estarán esparcidos por todo el mundo, mezclados entre las naciones de manera que resulten indistinguibles, pero a pesar de ello, puedan responder a una señal divina concreta o llamamiento en los tiempos del Mesías (Isa. 11:12; 10:20-22).
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En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah, en Habor, junto al río Gozan, y en las ciudades de los medos (2 Reyes 17:6 & 18:11).
La mayoría de los eruditos sitúan estos lugares en la región del norte y del oeste de Ninive, entre los ríos Tigris y Eufrates. Es digno de mención que tanto el escritor de Reyes como el cronista dicen "Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy." (2 Reyes 17:23; 1 Cró. 5:26).
Los libros de Esdras y de Nehemías, así como los de Crónicas, dejan constancia del regreso de la tribu de Judá (con partes de Benjamin y de Levi) del Exilio Babilonio entre los años 539 y 520 a. de C.
La literatura judía que ha sobrevivido a los periodos persa, griego y romano testifica de manera unánime del hecho de que las Diez Tribus del norte de Israel permanecieron en el Exilio muy al norte, dispersas entre los gentiles. Existen muchas referencias pero una pequeña muestra será suficiente para este artículo. Primero, están aquellos textos que los eruditos conocen como la Apócrifa y Pseudoepígrafa, la mayoría de los cuales fueron escritos desde el 300 a. de C. hasta el siglo 1 de nuestra era. El Testamento de Moisés dice:
Entonces algunos de las tribus ascenderán y llegarán a sus lugares destinados y de nuevo rodearán el lugar de murallas [refiriéndose al regreso de Babilonia en el año 539 a. de C.]. Y las dos tribus continuarán en la fe que les fue concedida… Y las diez tribus fructificarán y aumentarán entre los gentiles durante el tiempo de su cautividad (4:7-9; cf. 2:5).
Textos como Ben Sirach (36:11-15), los Salmos de Salomón (17:28-31) y el Testamento de los Doce Patriarcas implican una dispersión por el estilo, mucho después del regreso babilonio. Josefo, el historiador del primer siglo, deja constancia de lo mismo: Por lo cual, solo existen dos tribus [las conocidas como judíos] en Asia y en Europa sometidas a los romanos, mientras que las diez tribus se encuentran mas allá del Eufrates hasta hoy y una inmensa muchedumbre que no se puede calcular en números (Antiguedades 11:133).
En los mas antiguos monumentos asirios se refieren a los israelitas como la "Casa de Omri" (Bit Khumri" nombrada por Omri, rey de Israel y padre del malvado Acab, del siglo 9 a. de C.). Ha sobrevivido incluso correspondencia de la corte de Senaquerib y Sargón y es precisamente en estos materiales que podemos empezar a recoger referencias sobre los israelitas, a los que se referían como gamira o gamera, y finalmente como cimerios, que vivían en las regiones donde fueron llevados los deportados israelitas. La historia ulterior de los cimerios, sus migraciones al Asia Menor y al sur de Europa, así como su relación con los escitas, está mas allá del alcance de este artículo, pero ha sido documentado a fondo. Baste con decir al llegar a este punto que este aspecto de nuestra evidencia, en combinación con la bíblica, la literaria y la profética, es parte de un todo, y forma una impresionante demostración que se acerca considerablemente a la certeza histórica.
Primero, los Profetas declararon de manera muy explícita que la restauración final de las Diez Tribus y su unión con Judá tendrá lugar en "los últimos días", coincidiendo con la aparición de la figura davídica mesiánica. Se describe ese tiempo de tal manera que deja claro que no podía referirse de ningún modo al regreso de Judá del Exilio Babilonio en el siglo 6 a. de C. Por ejemplo: Jeremías 30-31, una de las profecías más explícitas de la Biblia, que trata acerca de las Tribus, viene enmarcada con la afirmación "en el fin de los días entenderéis esto" (Jer. 30:24).
Amós presenta el mismo punto al final de su profecía. El Reino del Norte será destruido, disperso, pero no perdido (Amos 9:8-9), pero en un tiempo posterior el "tabernáculo" davídico será restaurado (Amós 9:11) e Israel será plantada de nuevo en su propia tierra para "no ser nunca mas arrancada" (Amos 9:15).
La unión de los dos palos tiene lugar en una época en que aparece la figura davídica mesiánica y el Santuario sagrado o el Templo es restaurado de manera permanente (Ezequiel 37:24-28).
Isaías 11 es tal vez la única profecía mas clara que absolutamente puntualiza el tiempo de la unión de las Diez Tribus con la Casa de Judá. Tiene lugar en el tiempo en que la Rama mesiánica de David gobernará la tierra. En ese tiempo el SEÑOR (YHVH) por medio de este agente mesiánico, extenderá Su mano por segunda vez [no la del Regreso Babilonio] para recuperar a los exiliados tanto de Israel como de Judá (Isaías 11:10-12). Estas Escrituras: Jeremías 30-31; Amós 8; Ezequiel 37 e Isaías 11, son representativas de toda una malla de textos relacionados, que están todos ellos perfectamente relacionados los unos con los otros.
No obstante, he aquí vienen días, dice el SEÑOR (YHVH) en que no se dirá mas: Vive el SEÑOR (YHVH) que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto; sino: Vive el SEÑOR (YHVH) que hizo subir a los hijos de la tierra del norte, y de todas las tierras a donde los había arrojado, y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres" (Jer. 16:14-15).
Jeremías 3:11-18 también añade mas detalles respecto a la próxima Restauración. En aquel entonces Jerusalén se convertirá en el centro del gobierno mundial, al cual todas las naciones acudirán masivamente, precisamente cuando "la casa de Judá se una a la Casa de Israel y juntos vendrán de la tierra del norte".
Esta claro que las poblaciones de Gran Bretaña, los Estados Unidos y la Europa del noroeste están muy mezcladas. Lo que mantenemos es que existen porciones significativas de antiguos israelitas que acabaron en esas regiones. El identificarles, en estos momentos, no es científicamente posible.
Hemos vivido para presenciar en nuestros propios días un tremendo REGRESO por parte de miles de cristianos que quieren recuperar sus raíces hebraicas de la fe. Muchos lo encuentran absolutamente irresistible. ¡Hay un motivo para que así sea! Es realmente una cuestión del corazón, pero los profetas han pronosticado que sucedería exactamente esto, anunciando cómo uno procedente de una ciudad y dos de una familia, serán traídos de regreso a Sión en los últimos días
"Yo señalaré un lugar para mi pueblo Israel y los plantaré y ellos morarán en un lugar de su propiedad y no tendrán más temor, ni los hijos de iniquidad los oprimirán otra vez como al principio. 1 Crónicas 17:9
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LA ANGUSTIA DE JACOB (JEREMIAH 30:7-11)
Ambas casas están destinadas a pasar por la Gran Tribulación, ya que ambas casas tienen que reconocer sus respectivas ofensas en la Gran Tribulación, ya que ambas casas fueron despedazadas por la permisiva voluntad del Padre Yahweh. Jeremiah 30:7 se llama el tiempo de angustia de Jacob o Israel.
Alli vemos que aunque todo Jacob entra a la "Gran Tribulación" serán salvados de ella, queriendo decir que serán protegidos, guardados y preservados en ella.
Oseas 6:2 afirma que Yahweh nos revivirá después de 2 días o 2 mil años de exilio y en el tercer día, o la aurora del tercer milenio después de Yahshúa haber regresado a Su lugar celestial, Él levantará a las
dos casas de Israel (Oseas 5:14)
Los últimos 2,000 años han sido los últimos días o los días del Mesías. La era que viene, llamada el atíd lavóh, es el cumplimiento del Sábado del séptimo día.
La parte nocturna del 7o periodo de 1,000 años se llama la Gran Tribulación, seguida de la parte diurna del resto de los 1,000 años.
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En el libro de Génesis 13:14-16 YAHWEH, nuestro Padre, le dice a Abraham que su descendencia será como el polvo de la tierra. Esta misma promesa se la repitió en varias ocasiones, unas veces diciendo que su descendencia sería como las estrellas del firmamento y otras como los granos de arena en la orilla del mar, a Abraham, a Isaac y Jacob, Genesis 17:4-5; 26:4; 48:19, y muchos otros.
Hay cuatro mujeres en la línea de descendencia de Yeshua las cuales son: Tamar, Rajav, Rut, la esposa de Uriyah (Bat-Sheva), éstas no eran Judías y la otra mujer que se menciona es Miriam, la madre de Nuestro Señor, que sí era Judía. En el caso de Rut creemos que ella se convirtió en Judía cuando dijo: "Tu pueblo será mi pueblo y tu Elohim será mi Elohim" (Rut 1:16b).
"También si ustedes pertenecen al Mashíaj, son simiente de Abraham y herederos de acuerdo a la promesa" (Gálatas 3:28-29).
Cuando nació Isaac y fue destetado, Abraham echó a Ishmael y a su madre Hagar del campamento. Cuando Rivkah tuvo gemelos, a Jacob y Esaú, desde que nacieron estaban en confrontación. Ahora bien, si seguimos la historia Escritural de Israel vemos que Ishmael es el padre de los ismaelitas, parte de los que llamamos árabes, el Islam; Esaú es el padre de Edom, uno de los nombres escritúrales para Roma. También en esta época vienen a la escena los hijos de Lot que fueron Moab y Amón, que también eran enemigos de Israel.
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" También tengo otras ovejas que no son de este redil; necesito traerlas, y ellas oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor." (Juan 10:16). Aquí hay otra prueba que la iglesia no se puede separar del pueblo Judío:
un rebaño, un pastor.Esta promesa de bendición y multiplicidad física es renovada en Génesis 17:4 en donde a Abram le es dicho que esta promesa le establecerá a él como padre de muchas naciones o "hamon goyim." Este término "hamon goyim" se encuentra también en Génesis 17:5 y literalmente significa una multitud ruidosa de naciones Gentiles. Esta semilla física que literalmente llenará el globo no será un grupo silencioso de amigos religiosos, más bien ellos serán una multitud grande y ruidosa, haciendo gran ruido y tumulto acerca de YAHWEH y Su evangelio de amor a la humanidad. En Génesis 17:6 se promete a Abram que a través de ésta semilla de la promesa, serían manifestados reyes. En Génesis 17:7 YAHWEH le asegura a Abraham que esta promesa de grandeza a través de multiplicidad física sería incondicional y para siempre.
En Génesis 28:3 se encuentra a Isaac bendiciendo a Jacob y profetizando que la promesa que YAHWEH dio a Abraham y a Isaac sería ahora concedida sobre Jacob y no Esaú. Vemos que Isaac ora que el zera de Jacob, fuera bendecido y llegara a ser un "kehelat Goyim" o "asamblea de naciones." Por primera vez en la Escritura obtenemos un destello del plan de YAHWEH para llenar la tierra con la semilla de Abraham, Isaac y Jacob. El término Hebreo encontrado en Genesis 28:3 es "kehelat Goyim" o asamblea de naciones o aún mejor, una "asamblea de Goyim." De alguna manera, el Padre llenará la tierra con la semilla física de Abraham, Isaac y Jacob al juntar una asamblea de Goyim. En Génesis 28:4 se confirma que lo que Isaac está concediendo sobre Jacob no es nada más que la bendición de Abraham.
Es absolutamente crucial para nosotros el entender que no hay muchas promesas hechas a Abraham. No hay algunas que son espirituales y otras que sean físicas. En su lugar, hay sólo una promesa y esa promesa contiene dos aspectos de bendición física: uno es la semilla que bendeciría a las naciones, siendo ésta Yahshúa el Mesías mismo, el otro siendo meramente una promesa de reproducción física y multiplicidad.
En la narración de la escalera de Jacob de Génesis 28, encontramos a YAHWEH diciéndole a Jacob que su semilla sería esparcida como el polvo de la tierra a las cuatro esquinas del globo.
El término Hebreo usado en Génesis 28:14 es "parats", significando regar. Literalmente significa el saltar y regar rápidamente.
En Génesis 48:5 Jacob adopta a los hijos de José nacidos en Egipto, Efraim y Manases, como suyos propios. El está declarando su última voluntad y testamento allí mismo delante de José.
El adopta a estos dos hijos de manera que José, su hijo más querido, pueda recibir una doble porción de bendición a través de ambos hijos (Génesis 48: 22). En Génesis 48:16 él llama a estos dos nietos "Israel", puesto que él no sólo los adopta sino que declara proféticamente que la promesa física de multiplicidad global vendría a través de ellos. Luego de declarar dejen que mi nombre sea invocado sobre ellos, significando que ellos son los hijos de Israel, él ora que ellos lleguen a ser una multitud. El Término Hebreo usado aquí para multitud puede leerse como: "una abundante multitud de peces". Es interesante recordar que no fue sino nuestro Mesías Yahshúa quien declaró que El nos haría pescadores de hombres. ¿Podrían muchos de los hombres a quien El se refería ser la "abundante multitud" de Efraim y Manases?
La única otra vez en que esta palabra es usada en el Tanaj es en el Salmo 24:1, en donde el salmista declara que la Tierra y su plenitud son de YAHWEH. En otras palabras, la Tierra está llena de pueblos, lugares y cosas que pertenecen a YAHWEH y no hay nada en la Tierra que no pertenezca a YAHWEH. De manera similar, no habrá virtualmente nadie en la Tierra que de alguna manera no pertenezca a la semilla de Efraim, puesto que es en la semilla de Efraim en donde todas las promesas de multiplicidad física serán encontradas.
