EL NUEVO MATRIMONIO
DE LA DESAMPARADA
(de la que nunca estuvo de parto) * 1) la “estéril” y “desamparada”
Vimos en el estudio anterior a la “mujer” que – con algo de misterio – se nos avisa en Miqueas 5:3 “que ha de dar a luz” y su correspondencia con la “mujer vestida de sol” de Apocalipsis 12 – que prometimos estudiar mas detenidamente en otro estudio -. Ésta da a luz en un parto angustioso a Quien “va a regir a todas las naciones con vara de hierro”, y luego a muchos otros hermanos de este “primogénito”. E identificamos a esta “mujer vestida de sol” con la madre de los nacidos de Espíritu, de los redimidos, del ISRAEL DE DIOS. Este es el pueblo santo cuya ciudadanía esta en la Jerusalem celestial, justificado y electo NO por su descendencia carnal de Abraham - que existe pero es indemostrable - sino por la fe en Jesucristo (Gálatas 3:7; 29), con circuncisión NO en el prepucio, sino en el corazón. Pues bien, en Isaías 54:1 se nos presenta otra mujer que parece ser la antítesis de esta “vestida de sol” con fuerte protagonismo ya que es “estéril” y “desamparada”, aunque finalmente da a luz una gran descendencia:“¡Regocíjate, estéril,
la que no daba a luz!
¡Eleva una canción y da voces de júbilo,
la que nunca estuvo de parto!,
porque más son los hijos de la desamparada
que los de la casada»,
ha dicho YaHVéH”.
se trata de una mujer que no pensó nunca que iba a tener hijos, pero que sin embargo tuvo una descendencia mas numerosa que la de la mujer “casada”. Veamos si tienen algo que ver esta mujer “estéril” y “desamparada” que sin embargo produjo descendencia y la mujer “vestida de sol” de Apocalipsis 12, madre de los redimidos.* 2) la "desamparada" y la "casada"
Para comenzar respondamos una pregunta obvia: ¿quiénes es la mujer “desamparada “ y quien “la casada”?.En Jeremías 33:24 se nos dice que la nación de YaHVéH – ISRAEL – tiene “dos familias”, que sabemos que son la “casa de Israel” y la “casa de Judá”. Y en Oseas 1:6-7 vemos que Él tuvo un trato diferencial con cada una de esas dos familias componentes de una nación electa. Leamos:“no me compadeceré más de la casa de Israel, ni los perdonaré.
Pero de la casa de Judá tendré misericordia..."
Oseas 1:6-7
Vemos que de una “no se compadecerá” y a la otra “salvará”. En efecto la casa de Israel fue llevada a un destierro sin memoria entre las naciones como fue profetizado por YaHVéH por medio de sus siervos Oseas y Amos, mientras que cuando Senequerib cercó Jerusalem la casa de Juda fue salva milagrosamente de ser tomada y anexada. Y en 2 Reyes 17: 18-23 se dice con referencia a este contexto del destierro del norteño reino de Israel de su tierra: “Ninguno quedo sino solo la Tribu de Judá... “ y “fue entonces Israel tomada lejos de su propia tierra hasta Asiria hasta estos días”.
Es decir, un día estas “dos familias” de la misma nación de YaHVéH tomaron rumbos diferentes: una fue a un destierro entre las naciones que todavía dura: la “casa de Israel” – las diez Tribus del norte -; y otra quedó en su tierra y aunque mas tarde fue al cautiverio en Babilonia en castigo a su rebeldía volvió luego a su heredad purificada de sus idolatrías.Y hoy, aparentemente – a la vista de las naciones - el pueblo judío es la única descendencia superviviente de Abraham, Isaac y Jacob.
Ahora podemos responder la pregunta: la mujer “casada” es la casa de Judá, y la mujer “desamparada“ y “estéril” que finalmente tuvo mas hijos que la “casada” es la “casa de Israel” - las diez Tribus del norte lideradas por Efraín y Manases. – que fue desterrada entre las naciones sin memoria de su pasado.* 3) el drama profético de Oseas y Gomer
Es frecuente que YaHVéH pida a sus profetas que escenifiquen episodios que “simbolizan” la profecía que luego anunciarán. Sucedió con Isaías (Is. 20:3), con Jeremías (Jer. 13:1-7), y con Ezequiel (Ez. 4:1—5:17), por ejemplo. Y también sucedió con Oseas, esta vez involucrando su relación matrimonial. La relación de YaHVéH con su pueblo siempre fue concebida como una relación matrimonial, tanto el Antiguo Pacto, como el Nuevo Pacto. Ambos Pactos son espiritualmente pactos “matrimoniales” del pueblo elegido con su “Marido” YaHVéH – Isaías 54:5 – (el segundo sustituyó al primero). Y el norteño reino de Israel – la “casa de Israel” – se había prostituído espiritualmente volviéndose a los dioses fenicios Baal y Astarté y abandonando el culto a YaHVéH. Esto había “roto” el pacto matrimonial del Sinaí con esta “familia” de su única nación. En ese contexto YaHVéH le pide al profeta Oseas:"Ve, toma por mujer a una prostituta
y ten hijos de prostitución con ella,
porque la tierra se prostituye
apartándose de YaHVéH".
Y luego le pide que tenga hijos con ella a los cuales les va poniendo nombres proféticos. Con el nombre del primero anuncia que la “casa de Israel” será derrotada en batalla: “quebraré el arco de Israel”. El segundo fruto del vientre de Gomer fue una hija a la que YaHVéH le puso por nombre Lo-ruhama, “porque no me compadeceré mas de la casa de Israel”, en donde se anuncia ya el “divorcio. Y el tercero fue un hijo al que le puso Lo-ammi, “porque vosotros no sois mi pueblo ni yo seré vuestro Dios”, en donde el divorcio es consumado. Y en el inicio del capitulo 2 de Isaías YaHVéH especifica que la “casa de Israel” es como la prostituta Gomer y que la echará al desierto de las naciones entre las cuales ella tomó “amantes”. Y uno de los castigos a la que somete a la “casa de Israel” es terrible para quien fue parte de la nación de YaHVéH: olvidará las fiestas solemnes y los sábados:”Haré cesar todo su gozo,
sus fiestas,
sus nuevas lunas,
sus sábados
y todas
sus solemnidades”.
Esto es como quitarle “el anillo de compromiso” a la “casa de Israel”, y dejarla abandonada “sin Dios y sin esperanza” en el desierto de las naciones.Hagamos un alto para meditar: de todas las “escenificaciones proféticas” que pidió YaHVéH a sus siervos esta es la mas compleja por mucho, ya que involucra la elección de una esposa díscola para Oséas, el nombre de sus hijos, y episodios que desgarraron la vida íntima de su siervo. Y como YaHVéH no hace nada por capricho o diversión frívola si se detiene con tanto detalle en esta “escenificación profética” es porque quiere anunciar algo sumamente trascendente. El significado y propósito de las iglesias de Cristo y su destino están el libro de Oseas - y Amos – de donde provienen la mayor cantidad de citas de los evangelios. Si los creyentes hubiéremos leído con discernimiento todo lo que se anuncia en la “escenificación profética” de este matrimonio roto – y vuelto a componer - entre Oseas y la prostituta Gomer hubiéramos entendido mucho de lo concerniente al sentido, propósito y destino de las iglesias de Cristo.Y el drama profético tiene un final feliz: tiempo después de que YaHVéH pidiera a Oseas para abandonar a la prostituta Gomer – a la que antes había pedido que tome por esposa - le hace otro extraño pedido/orden:“Ve y ama a una mujer amada de su compañero y adúltera;
así ama YaHVéH a los hijos de Israel,
aunque ellos se vuelven a dioses ajenos..."
(Oseas 3:1)
Esto es, le pidió que retomara a Gomer por esposa en un nuevo matrimonio comparando esto con su propio “pacto matrimonial” desecho con la “casa de Israel”. Si bien no podía volverse atrás de su “divorcio”, podía eso si tomarla de nuevo en matrimonio bajo nuevas bases. Y Oseas cumple el ”pedido” profético:“Le dije: Tú serás mía durante muchos días;
no fornicarás ni te entregarás a otro hombre,
y yo haré lo mismo contigo”.
(Oseas 3:3)
Es el anuncio de un nuevo pacto matrimonial luego de ejercer misericordia y amor sobre la ex prostituta Gomer que ahora será una mujer fiel. E inmediatamente el texto da una breve interpretación de todo el drama profético:“Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin Príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, buscarán a YaHVéH, su Dios, y a David, su rey; y temerán a YaHVéH y a su bondad al fin de los días. (Oseas 3:4-5)
Esto es una síntesis integradora de todo lo que ha sucedido. Los “hijos de Israel”- en este caso esta expresión refiere a la ”casa de Israel” - fueron separados del seno de la nación de YaHVéH por haberse prostituido espiritualmente, y ese castigo incluyó el olvido de sus fiestas solemnes y sus señas nacionales. Pero al final de los días rehacerían su pacto matrimonial con su Dios/Elohim – el Nuevo Pacto – y volverían a su tierra – Samaria - a su rey David. Esto es: al Hijo de David que llamaremos
“YaHVéH Justicia Nuestra” en el mundo venidero/atid lavoh/Sión porque Él nos ha justificado ante Dios/Elohim, nos ha santificado con su sangre preciosísima derramada en la cruz, nos ha devuelto la inocencia para celebrar un nuevo matrimonio con YaHVéH. ¿Entendemos la profundidad de este drama y que nosotros – los creyentes en Jesucristo – somos participantes de él?. Hay una boda pactada con nosotros en los cielos – las bodas del Cordero - que es profetizada en el amor renovado de Oseas por su antigua esposa prostituta - que así éramos nosotros - que ahora será fiel. Leamos esta eclosión de amor por la esposa de su juventud ahora reformada en su conducta:
“Te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia,
juicio, benignidad y misericordia.
Te desposaré conmigo en fidelidad,
y conocerás a YaHVéH.
(Oseas 2:19:20)
Y luego anuncia el “reino de los cielos” en la Sión venidera donde será hecha la voluntad de YaHVéH “como en los cielos así también en la tierra”: : “ En aquel tiempo yo responderé, dice YaHVéH;
responderé a los cielos,
y ellos responderán a la tierra”
¡Aleluya!, la profecía esta completa.* 4) la iglesia sin mancha ni arrugas,
Novia/Esposa prometida de Cristo.
No debe asombrarnos entonces que el apóstol Pablo se refiera a la iglesia – esto es, las iglesias de Cristo despojadas de la cizaña que son vistas desde el cielo como un único cuerpo santo ordenado en doce tribus – como una novia preparada para un matrimonio santo:“... a fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia gloriosa,
que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuera santa y sin mancha”.
(Efesios 5:27)
dentro de un contexto en que asimila el matrimonio a la relación entre Cristo y la iglesia:“ porque el marido es cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia,
la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo,
así también las casadas
lo estén a sus maridos en todo".
(Efesios 5:23-24)
y
“pues nadie odió jamás a su propio cuerpo,
sino que lo sustenta y lo cuida,
como también Cristo a la iglesia, ...
Grande es este misterio...
(Efesios 29:32)
En donde se hace una declaración - o dos - en la que debemos abismarnos por su profundo significado: estamos llamados a ser una sola carne con Cristo. Por eso debemos completar en nuestro cuerpo los padecimientos de Cristo, experimentar la cruz, así como en un matrimonio firmemente establecido la esposa sufre los dolores de su esposo, y este los de su esposa. Por lo demás, todo matrimonio sepa que su relación debe de acercarse lo mas posible al "gran misterio" de la relación de la iglesia y Cristo y que las esposas se sumergen en ese misterio cuando se sujetan a sus maridos, asi como los maridos lo hacen cuando aman con fidelidad a sus esposas y le proveen protección en todo.* 5) las bodas celestiales
Solo cuando llegamos a esta identificación con nuestro Señor podemos escuchar el llamado a las bodas celestiales:"‘Bienaventurados los que son llamados
a la cena de las bodas del Cordero"
...
‘Estas son palabras verdaderas de Dios’”
(Apocalipsis 19:9)
Estas bodas sustituyen a la ceremonia “nupcial” del Sinaí, tanto para la “casa de Israel”, como para la “casa de Judá” ya que ambas invalidaron este primer pacto matrimonial debido a su comportamiento promiscuo con su Marido (aunque con perfil diferente cada una de ellas). Leamos la declaración esclarecedora de YaHVéH en el AT, cuando anunciando un venidero nuevo pacto para la “casa de Juda” y la “casa de Israel” y dice:
“Vienen días, dice YaHVéH,
en los cuales haré un nuevo pacto
con la casa de Israel y con la casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres
el día en que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos,
dice YaHVéH”.
¿Leímos bien?: YaHVéH dice que fue un buen “marido” para las dos familias ISRAEL, su único pueblo elegido, de donde se deduce que el pacto del Sinaí era visto desde lo Alto como un pacto matrimonial, y por consiguiente el Nuevo Pacto también lo es y rehace o sustituye bajo nuevas pautas el primer vinculo matrimonial que ha sido deshecho opor infidelidad de una de las partes.Las primeras bodas de YaHVéH con su pueblo fueron en las faldas del Sinaí, las segundas – tanto para la casa de Israel como para la casa de Juda – serán en el cielo. Las primeras terminaron en fracaso, las segundas serán eternas. ¿Entendemos ahora el profundo significado del drama profético de Oseas y su doble matrimonio con Gomer?.Y al final del relato bíblico hay una exclamación:“El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!»
(Ap. 22:17)
en donde la “Esposa” es la iglesia/novia – sin arrugas en su carácter – prometida, pura y santa, del Novio celestial. Y el Espíritu de Dios a una intercede con ella por la venida del Esposo.* 6) el rapto inscrito en la bóveda celeste
La ilustración que encabeza este estudio fue tomada de una colección de imágenes y en la Red y tenía como descripción: “el rapto de la Iglesia”. Me pareció muy apropiada, porque mucho hablamos del rapto en las iglesias de Cristo pero pocas veces lo identificamos como lo que es: un acto de amor del Novio por su Novia que la lleva a sus recintos para desposarse con ella. Ya vimos que al rapto precederá un llamado que solo algunos podrán oír convocando a la cena y las bodas celestiales. Se dice “las” bodas - en plural - porque cada uno de los elegidos nos desposaremos con nuestro Señor, si bien el conjunto de todos los llamados conforma la unidad mística de “la Novia” en singular.Pero la imagen de un Príncipe que lleva en la grupa de su caballo a su Novia rumbo al cielo está desde el inicio de la creación inscripta en los cielos. Es la conjunción de las constelaciones Perseo – el principe – Andrómeda – la virgen en peligro de ser devorada por la bestia – y Pegaso – el caballo blanco alado.Antes de la escritura de la Biblia el testimonio del plan redentor estaba inscripto en las constelaciones leídas correctamente. Esto es la astrología bíblica que nada tiene que ver con la astrología adivinatoria que fue una corrupción satánica. La descripción de este remanse en la bóveda celeste es muy completa en significados y exprime con mucho detalle lo que luego será especifi9cdo en el texto revelado. La historia inscripta en la bóveda celeste es esta:"Perseo" es un príncipe que desciende desde el cielo montado en un caballo blanco llevando su espada en alto con intención de matar a "Cetus", que es "una bestia que sale del mar". La intención de "Cetus" es devorar a la princesa "Andrómeda" encadenada a una roca a la orilla del mar. "Perseo", el caballero que desciende desde lo alto, esta localmente enamorado de la princesa encadenada y - luego de dar cuenta de Cetus y soltar las cadenas de su amada - vuela con ella de retorno al cielo en donde la desposa.
Claro que los nombres “Perseo”, “Andrómeda”, “Pegaso” y “Cetus” son nombres griegos que rebautizaron nombres anteriores con personajes extraídos de su mitología. Pero si hacemos abstaccion de estos nombres veremos subyacente la historia de un rapto de una novia amenazada por una “bestia” al cielo. ¿Qué puede ser mas claro que esto.?
Si el lector quiere estudiar con mas en detalle el origen de este relato en las estrellas puede consultar en la sección “documentos” de este blog un estudio relacionado;
Aunque desde ya advertimos que una vez que las Escrituras estuvieron completas el relato de la redención inscripto en las constelaciones ya no esta vigente. Pero es una forma de comprobar recurriendo a un relato ancestral lo que venimos diciendo: el Nuevo Pacto es un pacto matrimonial de YaHVéH con su pueblo elegido, y todos los creyentes fieles tenemos una boda marcada con nuestro Señor - el Cordero de Dios - en el cielo.
Todo el AT esta repleto de imágenes de claro tono matrimonial refiriéndose al descarriado Efraín – otro nombre para las Tribus desterradas del norte – y a su retorno en manos de su antiguo y fiel Esposo. Es lo que se lee en Jeremçias 31 que – luego de hablar del amor de Dios/Elohim por Efraín a quien llama su “primogénito” exclama:
“¡Vuelve, virginal Israel; vuelve a tus ciudades!
¿Hasta cuándo andarás errante, hija infiel?
El Señor creará algo nuevo en la tierra,
la mujer regresará a su esposo”.
(Jeremías 31:21- 22)
En donde “Efraín” es cambiado por “virgen de Israel”. Nosotros, los creyentes fieles de las iglesias de Cristo, fuimos ese Efraín descarriado amado de Dios – aunque rechazado por Él debido a que fue tras los dioses de las naciones – sobre el cual ejerce compasión y extiende la “pura gracia” del rescate de la sangre preciosísima de su Hijo para volver a traerlo a una mueva relación matrimonial, esta vez como “virgen de Israel”. Esto reafirma la escena del romance de la bóveda celeste en donde una “virgen” es arrebatada por su Novio enamorado para desposarla en los cielos.Amen y amen.* 7) los hijos de la “mujer vestida de sol”
y los “hijos de la desamparada”
La “mujer vestida de sol” de Apocalipsis 12, y la “desamparada” – en realidad “divorciada” – que da a luz en su condición de desamparo lejos de su Marido de Isaías 54 (y que por lo tanto sus hijos no son contados como "hijos" para Dios sino luego de ser lavados por la sangre del Cordero), son dos símbolos poderosos que expresan realidades distintas del plan de redención eterno de Dios. Sin embargo los “hijos” de estas dos "mujeres" son los mismos: los redimidos.Los redimidos son nacidos de Espíritu – o renacidos – y en ese sentido son hijos de la mujer “vestida de sol” que es madre de los nacidos del Espíritu y que por lo tanto tienen una condición celestial; pero son también descendencia de “Efraín” en el destierro, esto es, de la mujer “divorciada” o “desamparada”, del Israel adúltero “sin Dios y sin esperanza” pero que sin embargo ha sido rescatado por la “pura gracia” divina, reconstruida su “virginidad” espiritual, y sujeto a un Nuevo Pacto matrimonial con su y Redentor. ¿Visualizamos los creyentes ambas dimensiones de nuestra redención?. Nos vemos como “hijos de prostitución” purificados por la sangre de Cristo para convertirnos en el cuerpo de una virgen pura - la “virgen de Israel” - y la vez hijos de la “mujer vestida de sol” – de la “Jerusalem celestial” – nacidos del Espíritu eterno de Dios/Elohim y por lo tanto “participantes de la naturaleza divina”?.Estas son las enseñanzas de estas dos “mujeres” de la profecía, llenas de fermentos santos y verdades reveladas que debemos de llevar siempre en nuestro corazón como fuentes de meditación.*******
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