* GUÍA DE LECTURA DEL BLOG
las gavillas de trigo,
las "ovejas que oyen su voz"
y la NOVIA del Cordero.


Hay tres eventos/misterio que están en la agenda cercana de las "iglesias de Cristo", luego de que se haya completado el número de la "plenitud de los gentiles" (Romanos 11:25) o "los que han de ser salvos" (Hechos 2:47):

1) la separación del "trigo" de la cizaña es el primero de ellos. Y el medio para esta separación - que según la profecía habría de hacerse al final de los tiempos - es el “fuego de la prueba” (Mateo 13:40). La persecución y la aflicción rodeará y estrujará a las iglesias durante el tiempo de la última y mas feroz apostasía (Mateo 13: 40; 1 Tesalonicenses 2:3). Y las gavillas de trigo resultantes de tan desgarradora experiencia se organizarán de una forma muy diferente a las "iglesias de Cristo" de hoy y de todos los siglos de la gracia. Estas - en realidad - dejarán de existir. No habrá mas pastores, ni maestros, ni evangelistas ni – por supuesto – apóstoles, luego de la mutación que se aproxima. Habrán solo santos "grandes y pequeños" y “profetas” (Apocalipsis 11:18).

Este período es llamado de diversas formas en la profecía y es útil recordarlas: "apostasía" (la última), "gran tribulación", "angustia de Jacob" (Jeremías 30:7) o "setenta semana de Daniel".


2) el segundo evento/misterio es complementario del anterior y a él se refiere este pasaje de Juan 10:3-4:

"A éste abre el portero,
y las ovejas oyen su voz;
y a sus ovejas llama por nombre,
y las saca. Y cuando ha sacado fuera
todas las propias, va delante de ellas;
y las ovejas le siguen,
porque conocen su voz"

Aquí se nos dice que el Gran Pastor sacará a las ovejas que "conocen su voz" de los apriscos de las "iglesias de Cristo" y dejará a las que no son suyas, ni reconocen su voz. Naturalmente que las ovejas sacadas por Él de sus refugios de veinte siglos seguirán siendo pastoreadas directamente por Él en esos días de tribulación y angustia. De modo que seguirán “oyendo su voz” y esto las llenará de audacia para dar testimonio ante un mundo impío hasta la saciedad, liderado por la Bestia y el falso profeta. Esta santa audacia puede llevar - eventualmente - al martirio (testimonio y martirio tienen la misma raíz en griego). Como en los primeros días de las iglesias la sangre de los mártires serán brasas ardientes sobre la cabeza de los impíos. Antes lo fueron del imperio Romano, ahora del reino de la Bestia.

3) en esos días que se aproximan de persecución y "caza" (Jeremías 16:16) sobre los santos, la violencia crecerá y el agravio a Dios/Elohim correrá por las calles y las plazas. Serán días peligrosos, el mundo tendrá "comezón" en sus oídos, se complacerá en la mentira y rechazará la Verdad. Pero esos días terribles serán cortados cuando lleguen a su clímax, antes de cumplirse los siete años, cercano al final del período e inmediatamente antes del terrible “día de la ira”. Entonces los “escogidos y fieles” que no hayan pasado por el martirio serán arrebatadas al cielo junto a los "muertos en Cristo” de todos los siglos de la gracia, que resucitarán primero. Y juntos irán camino al cielo, a celebrar las bodas del Cordero (Apocalipsis 19:9). El tercer misterio esta aquí: ¿cuál es la razón de estas bodas celestiales? ¿qué significan?. Recordemos que los que serán arrebatados constituyen el remanente que la profecía afirma que volverá a su tierra en el fin de los días. Ellos son un resto fiel de la descendencia del reino que fue excomulgado de ISRAEL - el reino de Israel(Efraín) del norte - divorciado de YaHVéH por su rebeldía. Y estos “divorciados” – “hijos de la desamparada” – tienen que volver a casarse con su antiguo Marido para volver a ser “pueblo santo”, aunque en otra dispensación o Pacto.

Por eso, místicamente hablando, despojada de la cizaña que hoy las envenena, todas las “iglesias de Cristo” de todos los siglos de la gracia constituyen la NOVIA del Cordero, la “virgen de Sión”. Y esta será “raptada” al cielo para volver a ser ESPOSA del Marido que la rechazó. Este es un misterio que nunca se explicó con claridad en las iglesias, y que, sin embargo, es el remate de la profecía: sin nuevas bodas con su Marido celestial el pueblo del Nuevo Pacto no puede ser aceptado como pueblo santo, heredero de sus antiguos dominios en la tierra de la promesa. Leemos en Oseas 2:19-23 un episodio de doble referencia que hace alusión a esta boda celestial del fin de los días:

"Y te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia,
juicio, benignidad y misericordia.
Y te desposaré conmigo en fidelidad,
y conocerás a YaHVéH...
y tendré misericordia de
Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi:
Tú eres pueblo mío y él dirá: Dios mío".

Aquí se habla del nuevo casamiento del profeta Oseas con la misma mujer que había rechazado por su prostitución – Gomer - ¡pero que ahora es pura y fiel!. Del mismo modo – así lo indica este pasaje que es una profecía dramatizada de doble referencia - YaHVéH se casará nuevamente con el remanente fiel del pueblo que Él mismo rechazó y que llamó Lo-ammi = no-mi pueblo, y que a partir de estas bodas será llamado nuevamente “pueblo mío” y llamará a YaHVéH: “Dios mío”.

Resumiendo:

1) las “gavillas de trigo” separadas de la cizaña que sembró el Enemigo,
2) las ovejas que oyen la voz del Gran Pastor y salen de sus “apriscos”, y
3) la NOVIA del Cordero que acude a las bodas celestiales,

son perfiles del mismo misterio de
transmutación de las "iglesias de Cristo" en el ISRAEL de DIOS, dividido en doce tribus, que será el pueblo santo del Reino de los Cielos - el Tabernáculo de David levantado de su ruina- en una tierra de la promesa restaurada en la manifestación de la gloria del Mesías y Sumo Sacerdote venidero, nuestro Señor Jesucristo/YeshuaHamashiaj al que conoceremos entonces como "YaHVéH Justicia Nuestra".

Saber que estamos en el fin de una larga era de veinte siglos y en el comienzo de una nueva nacida de otra "fuente" es útil y necesario para entender muchas cosas que están ocurriendo hoy al interior del pueblo “cristiano”.

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